Brisbane se prepara con angustia para una nueva crecida de las aguas
GARA |
El centro casi desierto, tiendas cerradas, puentes y carreteras cortadas... Brisbane y sus alrededores, que ya se enfrentan a las peores inundaciones en un siglo, se preparabas ayer para un nuevo aumento en el nivel de las aguas previsto para hoy.
«Usted ve el edificio nuevo de allí abajo, debe haber miles de dólares en champán Don Perignon y otros vinos franceses». En Albion, un suburbio de Brisbane a pocos kilómetros del aeropuerto, Tod Williams y su esposa Nicole se muestran impotentes ante la nueva crecida.
Las autoridades indicaron que tras la subida de hoy el nivel del agua del río Brisbane alcanzará los 5,2 metros, 30 centímetros menos de lo que se había previsto en un principio porque las condiciones meteorológicas mejoraron algo ayer.
Los expertos consultados por Efe prevén que esta subida, que coincide con la pleamar, afectará a 19,700 casas y 3.500 comercios, según un modelo generado por ordenador.
Treinta y cinco de los cincuenta suburbios de Brisbane resultaron afectados, calles enteras con viviendas y negocios quedaron anegados, el contenido de las cloacas se vertió en el río y las plantas de tratamiento de agua potable se vieron afectadas.
El agua destrozó las terminales de los transbordadores que sirven de transporte público a lo largo del río y arrancó de sus amarres a algunos barcos, que iban a la deriva por la piscina gigante en la que se convirtió el centro de la ciudad.
«Siento horror y asombro por el poder que tiene este río y no paro de pensar en la gente cuyos medios de vida se le escapan delante de nuestros ojos», dijo el alcalde, Campbell Newman.
Respecto al balance de daños, expertos señalaron que el coste de las inundaciones será mayor que el que generó el huracán Katrina en EEUU en 2005. El banco ANZ predijo que la economía australiana entrará en recesión el primer trimestre de 2011 por los daños causados al sector agrícola, minero y al turismo en pleno verano austral.