Los problemas defensivos de la Real no le dejan dormir a su técnico, Martín Lasarte, quien ha optado por corregirlos en familia. De este modo, tanto ayer como hoy, las sesiones de la escuadra txuri urdin se van a celebrar a puerta cerrada tratando aspectos que puedan corregir la sangría goleadora que sufre el equipo a lo largo de esta primera vuelta liguera.

Además, el conjunto guipuzcoano deberá esmerarse sobremanera en su próximo compromiso, no sólo por el hecho de que ya encadena cuatro derrotas consecutivas ligueras, sino porque en el Coliseum Alfonso Pérez nunca ha rascado bola. Bien es cierto que la historia tampoco es especialmente amplia, ya que sólo se han medido ambos conjuntos en tres ocasiones en Getafe, pero en todas ellas ha ganado el conjunto local (2-1, 2-1 y 1-0).

Del último encuentro disputado ante los azulones sólo quedan tres hombres que siguen siendo habituales en estos momentos. Se trata de Claudio Bravo, Ansotegi y Xabi Prieto, amén de Aranburu, que también tuvo minutos tras el descanso. El cancerbero chileno y Rivas -volvería al estadio que dejó en 2006- podrían ser los únicos jugadores no criados en Zubieta que saltasen de inicio.

Ello si no se materializa una de las posibilidades que podría barajar el preparador uruguayo para dicho envite, que sería la entrada del recién llegado Vadim Demidov. El central noruego de origen ruso se mostró encantado «y preparado para debutar», si bien no puso reparos en seguir trabajando para «buscar otra oportunidad».

De la dificultad del desplazamiento habló el citado Aranburu, aunque se mostró convencido de que se puntuará, «si se hacen bien las cosas». El azpeitiarra no pudo jugar frente al Sevilla a causa de una gripe y su presumible entrada en el equipo inicial desplazaría a Gorka Elustondo, su sustituto el pasado domingo.