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El regreso del dictador «Baby Doc» sume a Haití en la incertidumbre

Si la crisis política que atraviesa la paupérrima isla caribeña de Haití no fuera ya lo suficientemente profunda, ayer se hundió un poco más con el sorpresivo regreso del dictador Jean Claude Duvalier, «Baby Doc», tras 25 años de exilio. Dijo que llegaba «para ayudar» pero no cómo ni en qué. Entretanto, numerosas voces han pedido su detención por las muertes y malversación de fondos durante su dictadura (1971-1986).
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El inesperado retorno del dictador haitiano Jean Claude Duvalier, conocido como Baby Doc, abrió la madrugada del domingo una gran incertidumbre política en un país que atraviesa una profunda crisis gubernamental tras las cuestionadas elecciones presidenciales.

De regreso a la isla caribeña tras 25 años de exilio en París, Duvalier se negó a explicar la razón de su vuelta y, ante los periodistas que aguardaban en el aeropuerto, se limitó a asegurar que «he venido a ayudar».

Estaba previsto que ayer ofreciera una rueda de prensa para dar a conocer los motivos de su retorno, justo cuando se acaba de cumplir un año del terremoto que arrasó la isla y en medio de una grave crisis política.

Finalmente, el otrora embajador del Gobierno de Duvalier en París y en la UNESCO Henry Robert Sterlin informó de que la comparecencia no se podía llevar a cabo argumentando que el Hotel Caribbean de Puerto Príncipe, donde Baby Doc se aloja -fuertemente protegido por elementos de la Policía Nacional y cascos azules- junto a su mujer, Veronique Roy, no tenía capacidad para acoger al gran número de periodistas llegados al lugar. Precisó que será hoy cuando comparezca.

Asimismo, Sterlin afirmó que el dictador «no tiene nada que decir» sobre la actual situación de la isla, lo que aumentó la incertidumbre sobre los motivos del viaje que, según fuentes diplomáticas francesas, se prolongará sólo hasta el jueves, día para el que Duvalier tiene un billete de avión de retorno al Estado francés.

Independientemente de las razones que el dictador esgrima, el hecho mismo del regreso abrió muchas más interrogantes. Tanto Amnesty International (AI) o HRW, como numerosas organizaciones locales de derechos humanos reclamaron la inmediata detención de Duvalier, que salió del país junto a su familia tras ser derrocado por una revuelta popular en 1986. Hasta antes de su exilio, se había autoproclamado «presidente de por vida» de la isla.

Tanto él como su padre, Francois Duvalier, Papa Doc, son considerados responsables de la muerte de miles de personas que se oponían a su régimen, así como de la desviación de cerca de 100 millones de dólares en los 29 años que duraron, en total, los mandatos de ambos (1957-1986).

Del dicho al hecho

En 1997, el actual presidente haitiano, René Préval, advirtió que Baby Doc sería encarcelado si regresaba a Haití, pero no fue así. Ni mucho menos. Llegó, según Sterlin, con pasaporte diplomático y, en medio de un silencio total por parte del Go- bierno, las mismas fuerzas de seguridad del Estado lo escoltaron hasta el hotel y se encargaron, junto a los cascos azules, a resguardar el hotel de lujo donde se alojó.

AI pidió al Préval que ponga a Duvalier a disposición de la justicia, pues las «sistemáticas y generalizadas violaciones de los derechos humanos cometidas en Haití» durante su régimen, calificado por especialistas como «el más sangriento de la región», «representan crímenes contra la Humanidad», dijo Javier Zúñiga, asesor de AI.

Una fuente gubernamental, que pidió el anonimato, dijo a Efe que detener a Duvalier «podría complicar la gestión gubernamental. Detenerlo sería añadir otro elemento complicado a nivel interno para un Gobierno que ya tiene complicaciones internacionales», expresó.

Fuentes de la oposición dijeron sospechar que ha habido «complicidad» internacional y del Gobierno para facilitar su retorno al país.

«Es su país»

«Duvalier es un ciudadano haitiano que regresa a su país porque tiene derecho. Sólo espero que eso no complique una situación ya tensa», afirmó el primer ministro, Jean Max Bellerive.

Estado francés

El Ministerio de Asuntos Exteriores francés pidió que la llegada de Duvalier a Haití no «distraiga» a las autoridades y actores políticos del proceso político en curso.

Una jornada confusa pero con gran trasiego diplomático

Horas después de que el ex mandatario haitiano Jean Claude Duvalier tomara tierra en el aeropuerto haitiano de Toussaint Louverture, hacía lo propio el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. Fue una llegada discreta, e incluso prohibieron a la prensa el acceso al aeropuerto.

Estaba previsto que se reuniera con los delegados de la OEA en la isla, así como con el presidente del país, René Préval, a puerta cerrada. Según TeleSur, sobre el terreno se especulaba sobre las razones que habrían motivado la visita de Insulza. Entre ellas, citaron que Préval estaría descontento con la decisión tomada por la Comisión Electoral en relación a las elecciones, para cuya segunda vuelta ha quedado fuera el candidato Jude Celestin, su yerno.

La organización supraestatal recomienda a las autoridades electorales haitianas que otorguen el segundo lugar al candidato Michel Martelly, en lugar de a Celestin.

Por otro lado, extraoficialmente se citó la posibilidad de que Hillary Clinton llegara también a la isla. No hubo ni confirmación oficial ni datos adicionales. GARA

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