El secretario general del PSE de Araba, Txarli Prieto, considera que el PNV tiene que dar «muchas explicaciones» en torno a las tramas en las que la formación jeltzale está involucrada con «un montón de imputados, un montón de personas que tienen cargos públicos, orgánicos, o empresas».

Prieto recordó ayer que su nombre aparecía entre las personas objeto de espionaje y precisó que «se sentía vigilado». Aludió, asimismo, a la implicación de la Ertzaintza en el presunto caso de espionaje, señalando que «la escolta tiene que ser simplemente una seguridad de defensa, de prevención de la integridad física de uno, de los derechos de uno, pero en absoluto debe inmiscuirse ni intervenir en la vida de uno».

Destacó que en las declaraciones escuchadas en los distintos casos en los que está implicado el PNV «todo el mundo apunta hacia arriba y todos los imputados dicen que ellos no lo hacían sin que lo supieran sus mandos, sus responsables políticos del PNV», por lo que indicó que «individual o particularmente cada uno tendrá que responder de los que haya hecho, pero política y colectivamente, el PNV tiene muchísimas explicaciones que dar a esta sociedad, porque son muchísimos los escándalos en los que en estos momentos están inmersos».

Otro representante del PSE, en este caso el portavoz de la formación, José Antonio Pastor, compareció ayer mismo ante los medios de comunicación para insistir en la petición al presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, de que haga «una limpieza a fondo» en su formación para «depurar responsabilidades al más alto nivel, caiga quien caiga».

Pastor criticó que los jeltzales no han sabido «poner orden en sus filas», lo que atribuyó a que «Urkullu quizá tenga miedo a lo que puedan contar estos militantes y dirigentes investigados». Además, le emplazó a que aclare si, no sólo la dirección nacional del PNV, sino también sus ejecutivas territoriales nunca ordenaron investigar a políticos y ciudadanos y añadió que el presidente del ABB, Iñaki Gerenabarrena, «sigue manteniendo contactos regulares con Aitor Telleria y otros militantes investigados por la justicia».

«No detenían terroristas»

De otro lado, el secretario general del PP de la CAV, Iñaki Oyarzábal, insistió en la idea de que la Ertzaintza actuaba a las órdenes del PNV y «no detenía terroristas» porque la unidad dedicada a la lucha contra ETA se dedicaba a espiar miembros de su partido. Dio por sentado que se ha practicado un «espionaje al adversario político, en el que se utilizaba a la unidad antiterrorista de la Ertzaintza para espiar y seguir a cargos el PP y de la Guardia Civil». Afirmó también que «la cúpula del PNV de Álava está al completo bajo sospecha».

Entre tanto, Antonio Basagoiti, aprovechó ayer su blog para retrotraerse a los tiempos del espionaje de la Ertzaintza a Carlos Garaikoetxea y recordar que el hoy diputado general de Araba y entonces portavoz del EBB, Xabier Agirre, defendió en 1986 la inocencia del aparato oficial y del Gobierno de Lakua en las escuchas, al tiempo que no descartaba que el suceso formase parte de un montaje para que el ex lehendakari «aparezca como la víctima propiciatoria, un papel que sabe interpretar magistralmente». El presidente del PP de la CAV subrayó que entonces se condenó a agentes, pero no a dirigentes.