Los favoritos ganan igual, pero sufriendo mucho más
GARA | MELBOURNE
La segunda ronda del Abierto de Australia no dejó grandes sorpresas, pero sí a muchos de los favoritos pasando serios apuros para seguir adelante. Por ejemplo, Roger Federer tuvo que jugar cinco sets para derrotar al francés Gilles Simon, y Novak Djokovic cedió un set y sudó hasta que al croata Ivan Dodig se le agotó la gasolina.
Nada hacía presagiar el sufrimiento de Federer, que ganaba a Gilles Simon, número 42 de la ATP, los dos primeros sets por 6-2 y 6-3. «Hay algo especial en su juego que es muy peligroso», declararía después el helvético, que vio cómo su rival empataba el duelo imponiéndose por un doble 4-6. Al final, el número dos del mundo pudo poner las cosas en su sitio, llevándose el desempate por un nuevo 6-3.
No fue el único duelo con cinco sets, ya que el madrileño Fernando Verdasco, noveno del mundo, debió superar dos sets de desventaja ante el serbio Tipsarevic, al que acabó ganando por 2-6, 4-6, 6-4, 7-6 (7/0) y 6-0.
Tampoco es que hubiera ausencia de sobresaltos entre las féminas. Por ejemplo, Venus Williams, quinta cabeza de serie, debió remontar para ganar a la checa Záhlavová por 6-7 (6/8), 6-0 y 6-4. La italiana Schiavone, cabeza de serie número seis, doblegó a la canadiense Rebecca Marino después de un un dramático desempate resuelto con un 6-3, 5-7 y 9-7.