Los miembros del Friendship -grupo de europarlamentarios que apoyan el proceso de paz en Euskal Herria- comparecieron ayer en Estrasburgo para confirmar la creación de un nuevo contexto político tras el anuncio de ETA y mostrar su «decepción» con la respuesta del Gobierno español, «fuera de los estándares habituales en este tipo de procesos en Europa». Al mismo tiempo, hicieron un doble llamamiento: a Madrid para que dé una «señal positiva» y a las instituciones europeas para que «comiencen a actuar» sobre la base de la resolución del Parlamento Europeo de 2006 en apoyo al proceso de paz. El llamamiento del Friendship, obviado por los medios pero muy significativo, apeló a que todos aporten unilateralmente para generar compromisos multilaterales que ayuden a construir un escenario inclusivo y trasparente que dote de estabilidad al proceso. La posición de los europarlamentarios es sensata, pragmática y con recorrido. Efectivamente, se debería profundizar en el entendimiento mutuo a través de la comunicación, incrementar la confianza mediante el diálogo y expandir el suelo común incrementando el intercambio. Si todos se mueven en esa dirección, todo se moverá en la buena dirección.