Los obstáculos para poder visitar a los presos políticos vascos en Fleury se vienen repitiendo en los últimos tiempos y provocaron un serio incidente este último sábado. La madre del preso Alex Akarregi sufrió un ataque de ansiedad por la demora para poder ver a su hijo, cuando llevaba ya mucho tiempo esperando en una cabina cerrada.

Según ha dado a conocer el movimiento pro amnistía en una nota, cuatro presos vascos tenían visita ese día. Aitzol Etxaburu y Ugaitz Astiz fueron sacados a los locutorios con 45 minutos de retraso, y Alex Akarregi e Iñaki Iribarren todavía 20 minutos más tarde.

Responsabiliza de ello a un funcionario que ya ha provocado varios altercados y que en esta ocasión, «además de sacarlos tarde, intentó registrarlos, a lo que se negaron».

Mientras todo esto ocurría, los familiares y amigos esperaban en las cabinas. La tensión acumulada hizo que la madre de Akarregi padeciera un ataque de ansiedad. El padre del preso tocó el timbre para pedir auxilio, pero como nadie atendía a la llamada, finalmente tuvieron que romper el cristal para poder salir de allí.

El movimiento pro amnistía apunta que otros familiares vieron la situación y golpearon las puertas también para reclamar ayuda, pero que «los alrededor de quince funcionarios que llegaron entonces no hicieron más que reírse. En vista de la situación, los presos decidieron cancelar la visita en ese mismo momento».

Concentración en París

Un día después, el domingo, varias decenas de personas participaron en una concentración de apoyo a los presos políticos vascos en París, concretamente ante la torre Eiffel.

Los concentrados, pertenecientes a colectivos de solidaridad con Euskal Herria, mostraron una pancarta con dos le- mas: uno en favor de un proceso de resolución del conflicto y otro en contra de la euroorden, que estas semanas está en primer plano informativo en Ipar Euskal Herria tras la luz verde dada por los tribunales franceses a la entrega de la militante de Batasuna Aurore Martin.

Los participantes mostraban además fotografías de presos políticos vascos y banderolas por la repatriación. La concentración atrajo la atención de numerosos transeúntes, dado el día de la semana en que se celebró y el lugar concurrido en que tuvo lugar.