EEUU sienta las bases para 30 años de cooperación con el gigante asiático
El inquilino de la Casa Blanca recibió ayer con todos los honores a su homólogo chino. Barack Obama propuso a Hu Jintao que esta visita sirva para sentar las bases para los próximos treinta años de cara a establecer un modelo de relaciones bilaterales con una mayor cooperación en todos los ámbitos. Se preveía tensa, pero finalmente la reunión entre los dos mandatarios se desarrolló en un clima conciliador.GARA |
El presidente de EEUU, Barack Obama, propuso ayer a su homólogo chino, Hu Jintao, sentar las bases de una nueva relación entre Estados Unidos y China de cara a las próximas décadas, durante una visita de Estado del mandatario asiático.
El inquilino de la Casa Blanca recibió a Hu con todos los honores y alfombra roja, con desfile militar y 21 cañonazos en los jardines de la casa presidencial.
Después, ambos líderes se reunieron en el Despacho Oval para abordar sus numerosas fricciones, desde la cotización del yuan a la política comercial china, el acceso a ese gigantesco mercado o el tratamiento que se debe dar a Corea del Norte.
«Con esta visita podemos fijar los cimientos para los próximos 30 años», propuso Barack Obama al dar la bienvenida a Hu en la Casa Blanca. «Tenemos una enorme apuesta para el éxito mutua. En un mundo interconectado, en una economía global, las naciones, incluyendo la nuestra, serán más prósperas y seguras si trabajamos de forma conjunta», agregó.
Por su parte, el jefe de Estado del gigante asiático subrayó que desde que Obama ocupa la presidencia estadounidense, «nuestra cooperación en varios terrenos ha arrojado fructíferos resultados y nuestras relaciones han logrado nuevos progresos».
Obama evocó la cuestión de los derechos humanos, muy comentada antes de la visita, y destacó que «la historia muestra que las sociedades son más armoniosas, las naciones son más exitosas y el mundo es más justo cuando se sostienen los derechos y responsabilidades de todas las naciones y de todos los pueblos».
Este gesto fue uno cualquiera. Fue interpretado como un guiño llamativo al mandatario chino, que ha basado su mandato en la teoría de la armonía en la sociedad, una de las bases del confucianismo.
«China y Estados Unidos deberían respetar mutuamente su forma de desarrollarse y sus intereses propios», replicó Hu.
China, como destacó el mandatario asiático está haciendo frente a «muchos retos» en el plano económico y social y -reconoció- «hay todavía mucho por hacer en cuanto a los derechos humanos».
Seguir aprendiendo
«Continuaremos haciendo esfuerzos para mejorar la vida de los chinos y fomentar la democracia y el estado de derecho en nuestro país», aseguró, expresando su deseo de «seguir aprendiendo de otros países en cuanto a buenas prácticas».
Los analistas destacaron el carácter estratégico del viaje de Hu, puesto que se trata de su última visita a EEUU antes de que se inicie una transición política en su país que culminará con la elección de un nuevo jefe de Estado en 2013. También lo es para Barack Obama, ya que pronto arrancará la campaña presidencial de 2012.
El encuentro bilateral también tuvo ribetes económicos y comerciales, con acuerdos de todo tipo por un valor de 45.000 millones de dólares, según fuentes estadounidenses citadas por France Presse.
Durante las conversaciones, Obama sólo puede exhibir una pobre recuperación económica, mientras que su par asiático llega aupado por un crecimiento imparable, que está extendiendo el poder chino a lo largo y ancho del planeta. Por eso es un agente insoslayable que Obama no puede dejar de lado.
Esa postura no pareció ser compartida por algunos de sus correligionarios. Por ejemplo, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se limitó a decir que su «esperanza» es tener «una relación normal» con China. El jefe demócrata del Senado, Harry Reid, por su parte, calificó en televisión de «dictador» a Hu Jintao, aunque después se retractó.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo ayer que tanto Washington como el Gobierno chino quieren que Corea del Norte evite «futuras provocaciones», tras reunirse con el mandatario chino Hu Jintao, en histórica visita en Estados Unidos.
«Nos felicitamos por un descenso en la tensión en la península coreana y pedimos a Corea del Norte que evite futuras provocaciones», declaró el inquilino de la Casa Blanca durante una multitudinaria conferencia de prensa conjunta con su homólogo chino.
«Nos hemos puesto de acuerdo para decir que creemos que el objetivo primordial debe ser la desnuclearización total de la península» coreana, declaró el presidente estadounidense, tras una reunión en la Casa Blanca con Hu.
China es considerada como la única potencia con influencia sobre el Ejecutivo norcoreano, quien el pasado mes de noviembre protagonizó un intercambio artillero con Corea del Sur, en el que perdieron la vida cuatro surcoreanos, dos de los cuales pertenecían al Ejército.
Por otro lado, un funcionario aseguró que ambos jefes de Estado tenían previsto anunciar ayer un acuerdo para la construcción de un centro de formación conjunto en China dedicado a la seguridad nuclear.
Este nuevo centro, financiado por China pero beneficiado del conocimiento técnico de EEUU, tendrá el objetivo de formar a los chinos en la seguridad de las instalaciones atómicas, y de evitar la proliferación nuclear, uno de los temas dominantes de la política exterior de Obama desde el inicio de su Gobierno. GARA
Barack Obama aludió a Tíbet para reiterar que Washington respalda el diálogo entre las autoridades chinas y el Dalai Lama y pide respeto para los derechos religiosos del pueblo tibetano, un tema al que no hizo mención Hu Jintao.