EUROLIGA
En enero y con las pautas sin marcar
Unicaja estrena técnico ante un Baskonia extremadamente irregular que busca la victoria que puede resultar clave en esta fase.
UNICAJA-BASKONIA
Jon ORMAZABAL
Aunque con trayectorias muy distintas, Baskonia y Unicaja arrancan hoy el Top-16 de la Euroliga sin tener para nada marcadas sus pautas de conducta. Y es que, por lo menos en cuanto al nivel de juego se refiere, ambos han avanzado muy poco, casi nada, desde que arrancaron la pretemporada en verano.
Sin duda, el transcurso de los acontecimientos ha sido mucho más violento en Málaga, donde afrontan su primer partido post Aíto, una época con muchas más sombras que luces.
Chus Mateo, que llega de ser segundo de Fuenlabrada y que ya conoce la casa, donde fue ayudante de Scariolo, afronta la siempre complicada tarea de reconstruir un equipo que ha perdido gran parte de la comunión con su parroquia. No obstante, la salida del técnico madrileño ha calmado mucho los ánimos y ese golpe de timón los hace muy peligrosos. Los aficionados malagueños también pedían fichajes pero, de momento, deberán conformarse con el gigante Sinanovic, al que han ascendido de su filial.
Enorme irregularidad
El Baskonia, por su parte, con más o menos solvencia, ha ido cumpliendo los objetivos mínimos exigibles, pero se está mostrando excesivamente irregular y acumula muchas más derrotas que en temporadas pasadas. Dusko Ivanovic ha puesto en duda entre semana que varios de sus jugadores tengan ese tan manido «Carácter Baskonia», asegurando incluso que algunos nunca lo tendrán, y sin ese plus, sus carencias han salido a relucir más que nunca.
Esteban Batista ha sido, probablemente el mejor fichaje que podían haber realizado para el evidente agujero interior que dejó Tiago Splitter, pero todavía quedan muchas dudas. El uruguayo debe equilibrar el juego, pero necesita su tiempo de adaptación, pero hay más lagunas. A falta de otro cuatro, Teletovic -un jugador de rachas para lo bueno y lo malo- es el único titular interior, mientras que Barac parece haber perdido esa condición y en el último partido el que más jugó fue un Sow en el que se confía, pero sólo por un mes más.
Con el eterno San Emeterio en medio, algo similar sucede en la línea exterior. Huertas, otro jugador de momentos, es el único base fijo y titular. Logan y Ribas siguen en la indefinición de tener que ser «uno y medio» y Oleson y Bjelica siguen sin dar el paso adelante definitivo.
El colista de la ACB confirmó ayer el cambio en su banquillo y el técnico granadino Curro Segura relevará al cesado Trifón Poch, después de que el equipo sólo haya ganado uno de los diez últimos partidos.