El debutante Gareth Edwards ha conseguido con «Monsters» lo que quería, ya que ha llamado la atención de la industria y el kazajo afincado en Hollywood Timur Bekmambetov le va a producir una segunda película de ciencia-ficción en condiciones. De hecho, para poder rodar su ópera prima, el joven británico entró a trabajar en el departamento de efectos especiales de distintas películas, y así adquirir la técnica necesaria para sacar adelante su propio proyecto. El resultado no se ha hecho esperar, recibiendo en el Festival de Sitges el Premio a los Mejores Efectos Especiales.

«Monsters», realizada sin apenas presupuesto, ha sido comparada con la también milagrosa «District 9», del sudafricano Neill Blomkamp. Ambos títulos comparten el haber sido competitivos dentro del cine comercial partiendo de una producción casera, toda vez que la calidad visual de las simulaciones está conseguida con un ordenador personal.

Gareth Edwards eliminó costes manejando la cámara personalmente, para dirigir a una única pareja de intérpretes a la que paseó por las localizaciones mexicanas más desoladas. El rodaje fue totalmente improvisado, incorporando a la película cuanto de insólito se iban encontrando, ya fueran desastres naturales o muestras de la violencia entre narcos y policías.

Del experimento nace una historia de amor apocalíptica, con un hombre y una mujer que se adentran por una zona en cuarentena donde permanecen confinadas unas criaturas alienígenas, las cuales luchan por su supervivencia y reproducción al igual que los humanos.