Soy hincha del Athletic y acudo cada domingo a San Mames. Al regresar de Bilbo he encendido el televisor y justo daban el reportaje de la victoria de la Real en Getafe. Me he sentido sumamente orgulloso y me ha emocionado ver como Antoine Griezmann besaba la ikurriña, que con gran acierto y envidia para mí, ha incluido en su elástica la Real Sociedad.

En la infinidad de desplazamientos que realizamos los aficionados vascos por los campos del Estado tenemos que escuchar el manido «vascos terroristas», «vascos hijos de puta» y otras lindezas. Te escupen, te linchan y hasta te matan, como a Aitor Zabaleta, por el mero hecho de ser vasco. Pedradas en los coches y autobuses, agresiones de la propia Policía Nacional, que en teoría te viene a proteger, y eso sin mediar problema alguno... Debemos contemplar infinidad de banderas anticonstitucionales, simbología franquista, fascista y nazi. La Policía ha llegado a obligarnos a quitarnos las bufandas del Athletic y las ikurriñas, alegando que es una provocación.

Durante el tiempo que ha durado el reportaje me he sentido resarcido por todas esas veces. Antoine se ha convertido en mi ídolo, y supongo que el de muchos vascos... hasta que se ha disculpado. ¡Al pobre lo han machacado! No debemos permitir que nos obliguen a disculparnos por lucir con orgullo nuestra bandera.

Hay un trasfondo muy curioso en todo esto: si los mismos que nos silban y tratan de amedrentarnos en esos estadios opinan que los vascos somos españoles, ¿por qué les jode que nuestros jugadores besen la ikurriña? Ellos mismos se delatan, nos sienten como extranjeros... pues que nos dejen elegir en paz nuestro futuro de una vez por todas. Lástima que el Athletic no siga el ejemplo de la Real y la coloque en sus mangas.

Ojalá el resto de nuestros jugadores sigan su ejemplo y besen la ikurriña en cada gol. ¡Les animo a ello! Gora Athletic eta Gora Reala. Nazio bat, selekzio bat (geurea).