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Carlos Gurpegi

Muchos motivos de orgullo

Carlos Gurpegi alcanzará los 200 partidos de Liga como rojiblanco «feliz» y consciente de atravesar el mejor momento de su carrera.

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Amaia U. LASAGABASTER

Carlos Gurpegi alcanzará el lunes los 200 partidos de Liga con el Athletic. «Y los que podían haber sido», lamenta el navarro cuando echa mano del retrovisor, aunque el momento dulce que atraviesa le invite a pensar, sobre todo, en clave de futuro. Que se presenta óptimo, teniendo en cuenta el peso que ha recuperado en el equipo en la última temporada y media, en la que se ha convertido en uno de los fijos de Joaquín Caparrós.

«He dudado mucho -admite- de si podría volver a ser un jugador importante, un jugador de 34-35 partidos al año. De mi boca ha salido, en el círculo familiar y de amigos, que mis mejores años de fútbol habían pasado. Creo que me equivoqué», se felicita Gurpegi, que espera que «este año sea uno de ellos y que vengan más».

De momento lo está siendo y el propio jugador reconoce que «se me nota en la cara. Ahora mismo vivo uno de los momentos más felices de mi vida». «Los números de esta temporada y de la anterior están ahí -añade-. Cada vez me estoy encontrando mejor, me siento igual de importante e incluso más que antes de la sanción». No es una percepción subjetiva. Tras debutar una temporada antes, la 02/03 fue la de su verdadera irrupción con el primer equipo y, al igual que en las tres posteriores superó la treintena de partidos por campaña. Una progresión cortada por la sanción tras su positivo y que le mantuvo prácticamente dos años en blanco. En la 08/09, cuando parecía que debía volver a ver la luz al final del túnel, Joaquín Caparrós le retiró la confianza y Gurpegi se planteó incluso la posibilidad de abandonar, al menos de manera provisional, el club en el que ha desarrollado toda su carrera profesional. Las aguas volvieron a su cauce la pasada temporada, cuando el técnico le ofrecía una nueva oportunidad y el navarro la aprovechaba. No sólo para hacerse con minutos, sino también con galones.

Y es que a día de hoy, la capitanía de Gurpegi -segundo, en realidad, tras Pablo Orbaiz- no se debe sólo a las diez temporadas que lleva en el equipo. Una circunstancia, por cierto, que el centrocampista considera bastante más que anecdótica. «Te hace adquirir una experiencia y sobre todo una responsabilidad, la de intentar que en los momentos malos el equipo no se venga abajo. La verdad es que estoy contento con el papel que ahora mismo tengo en el equipo. Me gusta. Sobre todo intentar transmitir a mis compañeros en el campo para que las cosas vayan lo mejor posible», explica Gurpegi, que se congratula así con un doble motivo de «orgullo»: la capitanía y esos 200 partidos de Liga -242 choques oficiales en total- que alcanzará ante el Hércules. «Llegar a esa cifra es todo un orgullo. Siempre que salen esas cifras, siempre que salen números redondos, miras un poco con el retrovisor todo lo que ha pasado. Y en mi caso lo haces con la pena de los que podían haber sido, pero sobre todo creo que es para estar orgullos y contento. Y espero cumplir muchísimos más», deseó.

El futuro

Y eso que el navarro prefiere pensar en el futuro a corto y medio plazo. Es decir, en «seguir disfrutando, trabajando y peleando por el puesto», aunque quede patente que le gustaría acabar su carrera donde la empezó. «Me veo esta temporada y la que viene. Llevo aquí desde los 17 años y mi intención es seguir aquí hasta que el club quiera. Pero ahora mi intención es jugar el lunes, ganar e irme para casa», aseguró.

Gurpegi, de hecho, ni siquiera concede importancia al hecho de no haya habido contactos aún para su renovación. «Hay gente que acaba contrato este año y me imagino que los primeros son ellos», zanjó.

 

De Cerio llega para quedarse e intentar jugar

Iñigo Díaz de Cerio vuelve a ser uno más de la plantilla rojiblanca, a la que se ha reincorporado con «mucha ilusión» y ganas de quedarse «y jugar». Y sobre todo, de «intentar ayudar al equipo donde se pueda. Si tengo oportunidades, aprovecharlas y demostrar, a mis compañeros, al Athletic y a mí mismo, que nunca he dejado de ser el de antes».

En este sentido, y pese a reconocer que la lesión que sufrió en 2008 siempre le condenará a dar explicaciones sobre su situación, el delantero se muestra tan confiado en sus posibilidades como siempre. «Soy una persona bastante fuerte y muy positiva -aseguró-. Nunca me he rendido y confío en mis posibilidades. Lógicamente, cuando llevas mucho tiempo de inactividad y las cosas no te salen como te gusta, cuesta y le das vueltas a la cabeza. Pero no me voy a rendir», insistió.

De Cerio, de hecho, espera aportar «goles». «Es para lo que se me fichó. Ojalá pueda hacer honor al apodo (Iñigol) que se me puso en su día. A veces los apodos hacen más daño que ayudan, pero se hizo con cariño y ojalá pueda justificarlo», deseó. A.U.L.

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