Portugal afronta las presidenciales de la «crisis»
Portugal celebrará mañana las elecciones presidenciales con un pronóstico que, salvo sorpresa mayúscula, dará la victoria al conservador y actual presidente, Anibal Cavaco. Y lo hará en un contexto de lucha desesperada para volver a ganar la confianza de los inversores extranjeros, cada vez más escépticos con las posibilidades de Portugal para afrontar su deuda y convencidos de que la única duda que ofrece será el cuándo se producirá. «No necesitamos nada más que confianza» ha sido la posición oficial portuguesa, que paradójicamente ha unido a conservadores y socialistas, hasta el punto de convertir a Anibal Cavaco en uno de los mayores defensores de las políticas de austeridad y recorte impulsadas por el primer ministro, José Socrates.
¿Creen los mercados a los líderes portugueses? Parece que no. El tiempo que fija el Banco Central Europeo corre en contra de Portugal y existe un consenso amplio entre inversores y prensa económica europea sobre un rescate que es cuestión de tiempo. Las elecciones del domingo, para un cargo prácticamente simbólico, mostrarán si los ciudadanos portugueses creen en sus líderes, y el nivel de desafección hacia éstos. Portugal es un problema para Europa; el Estado español, por su tamaño, un desastre. La sombra de las elecciones presidenciales portuguesas será muy larga en el escenario político español.