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CRíTICA cine

«Red»

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Mikel INSAUSTI

Creo que, cuando Clint Eastwood hizo “Space Cowboys”, la fórmula de los veteranos en el cine de acción no estaba todavía tan maleada como lo está hoy en día, entre otras causas por culpa de la publicidad, que ha explotado hasta la saciedad la imagen de ancianos realizando actividades físicas de jóvenes atletas con ayuda de los efectos especiales. Además, el protagonismo de Bruce Willis en “Red” sigue los pasos nostálgicos del género en los 80 marcados por Sylvester Stallone con “Los mercenarios”, por cuanto le vincula con su papel de John McClane en la saga “La jungla de cristal”. Y, desde el punto de vista de la comedia, “Red” se sitúa más cerca de las parodias al estilo de “Cerdos salvajes”, donde John Travolta encabezaba un grupo de moteros de la tercera edad.

Cabe, por tanto, preguntarse por qué esta película se parece más a otras de Hollywood que al cómic en que se inspira, habiendo de concluir por enésima vez que el cine prefiere imponer su propio lenguaje comercial antes que buscar verdadera inspiración en la historieta gráfica.

“Red” no deja de ser en definitiva una versión infantilizada del adulto cómic de Warren Ellis, al que se le ha vaciado de su violento sentido crítico y de su humor negro hasta convertirlo en un espectáculo caricaturesco, emparentado con el «cartoon» en la coreografía exagerada de sus secuencias de persecuciones y tiroteos.

Es el precio a pagar a cambio de disfrutar viendo a una Helen Mirren desmelenada como heroína de acción, con la dramática actriz desmitificando su imagen de dama de la escena. Pero la película se queda ahí, en el simple impacto visual de situaciones tan chocantes, sin atreverse a ir más lejos. No se podía esperar otra cosa del realizador alemán Robert Schwentke, que es de los que convierten los encargos en órdenes mediante una disciplina militarizada que le lleva a la sumisión de un soldado. Pese a todo, es imposible no llegar a simpatizar con un producto que recupera a los entrañables Richard Dreyfuss y Ernest Borgnine.

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