Dos horas después de que el presidente de Metro Bilbao, Ernesto Gasco, acompañado de otros cargos institucionales del PSE, pusiera en marcha el autobús lanzadera de la estación del suburbano de Etxebarri a Galdakao, inspectores de la Diputación vizcaina ordenaban al conductor de uno de los vehículos que descendiesen los pasajeros y le informaba de una resolución del director foral de Transportes que calificaba el servicio de «ilegal».

Los inspectores, apoyados por ertzainas, se encargaron de cumplir la orden mientras los viajeros no ocultaban su sorpresa e indignación. Más tarde, la institución que preside José Luis Bilbao informaba de que Metro Bilbao conocía «desde finales de noviembre» que no iba a permitir la lanzadera.

La Diputación manifestó que lamentaba «profundamente los graves perjuicios ocasionados a la ciudadanía por la incomprensible decisión de quienes, siendo conocedores de la ilegalidad de la lanzadera propuesta, han echado para adelante con la misma, obligando a esta institución foral, en función de sus competencias y responsabilidades, a intervenir y suspender el servicio de transporte ilegal puesto en marcha por los responsables de Metro Bilbao».

Asimismo, acusó a los actuales gestores del metropolitano de haber querido «jugar a una política de hechos consumados, obligando a la inspección de transporte a intervenir a pie de autobús, cuando desde el pasado mes de noviembre conocían que su propuesta no era autorizada por resultar ilegal».

Horas antes, Ernesto Gasco declaró que la Diputación no tenía competencia, afirmando que se aplicó una ley española y que la institución foral «es subsidiariamente competente». El presidente de Metro Bilbao y viceconsejero de Transportes de Lakua aseguró que ese reglamento establece que los operadores ferroviarios, «cuando se va a poner un servicio de metro como es este caso, pueden prestar el servicio, hacer un concurso, y en este caso es Metro Bilbao, porque va a ser el que luego va a tener el trayecto ferroviario de la línea 5».

Tras la suspensión, el Ayuntamiento de Galdakao pidió una «solución urgente» para poder «restablecer cuando antes» el servicio de autobús y llamó a las instituciones implicadas a que llegasen un acuerdo para no perjudicar a los vecinos.