La UA prepara los primeros pasos de un Sudán del Sur independiente
La Unión Africana centró la minicumbre celebrada ayer en Addis Abeba para, entre otras cuestiones, tratar de apuntalar con éxito el proceso que llevará a Sudán del Sur a convertirse en estado independiente. Así, casi al mismo tiempo que el Gobierno sudanés reconocía oficialmente la victoria del «sí» y deseaba un buen futuro a quienes serán sus vecinos, se trataron temas como el reparto de los recursos petrolíferos o el devenir de la región de Abyei.
Ben SIMON (AFP)
Los líderes africanos apuraron ayer la minicumbre celebrada en Addis Abeba para tratar de superar los últimos escollos que quedan en el camino hacia la independencia del Sur de Sudán.
El presidente sursudanés, Salva Kiir, presente también en la capital etíope, se felicitó por el hecho de que en el referéndum sobre la independencia hayan triunfado «las urnas sobre las balas», ya que una aplastante mayoría se posicionó, según resultados provisionales, a favor de la secesión.
Kiir aseguró al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al presidente de Sudán, Omar Al-Bashir, que el Sur no desea regresar al «resentimiento y las divisiones del pasado».
«Nuestro más sincero deseo es alcanzar una coexistencia pacífica entre el Norte y el Sur, para permitir a toda nuestra gente vivir en seguridad y prosperidad», precisó.
Según la Comisión para el Referendo en Sudán del Sur, el 98,83% de los casi cuatro millones de electores votaron por separarse del norte. Además, la participación superó el 60% mínimo para validar el sufragio.
Las autoridades electorales prevén que sea mínima la diferencia entre la cifra informada la víspera y la definitiva, que se divulgará en febrero.
«Esperamos que estos resultados sean aceptados por la comunidad internacional, comenzando por esta misma asamblea», dijo Kiir, quien se comprometió a respetar el calendario concretado en el Acuerdo General de Paz de 2005, que puso fin a más de 20 años de guerra civil entre el norte y el sur del país.
Según ese mismo calendario, será el día 9 de julio cuando Sudán del Sur nazca oficialmente como estado independiente.
El Gobierno encabezado por Al-Bashir ya ha comenzado a reconocer la secesión del Sur, prometiendo relaciones «fraternales» con el recién nacido país, el 193 del mundo.
En la primera reacción oficial desde que se dieron a conocer los resultados, el vicepresidente sudanés, Ali Osman Mohamed Taha, aceptó los resultados y deseó «a nuestros hermanos en el Sur buena suerte y un futuro fructífero en la organización de todos los asuntos relativos al nuevo país».
A pesar de que la llamada comunidad internacional felicitó a los sudaneses por el buen desarrollo del referéndum, hay problemas cruciales que siguen en suspenso, tal y como destacó el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien dijo estar «muy inquieto por los retos postreferéndum».
El futuro de la disputada región de Abyei (donde está pendiente un referéndum local), el reparto de los recursos petroleros o la demarcación de fronteras fueron varios de los temas que trataron ayer en una reunión tripartita entre la UA, la ONU y la Igad (que reúne a seis países de África Oriental).
Un soldado somalí mató por lo menos a 17 civiles e hirió a más de 50 al disparar, supuestamente de manera accidental, con un cañón antiaéreo contra una multitud en Mogadiscio, la capital somalí, según fuentes médicas y testigos.
La Unión Africana (UA) elaboró durante la sesión de ayer en Addis Abeba un inventario con las promesas incumplidas del Gobierno somalí, criticando su ineficacia.
«La ineficacia [del Gobierno transitorio] ha afectado negativamente en la percepción de su legitimidad y credibilidad, tanto a nivel nacional como internacional», dijo Jean Ping, presidente de la Comisión de la UA en la apertura de la reunión.
Sin gobierno efectivo desde 1991, Somalia ha tenido desde 2000 varios gobiernos transitorios respaldados por la comunidad internacional, pero no ha conseguido consolidar unas instituciones en el país, que sigue en el caos tras 20 años de permanente guerra civil. Los gobiernos transitorios son objeto de constantes luchas internas, a menudo relacionadas con la corrupción.
Así, los países de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (Igad) de África Oriental pidió al Gobierno Federal de Transición que tramite en el legislativo la ampliación de su mandato, que acaba el próximo mes de agosto.
Asimismo, se insistió en la necesidad de convertir el Gobierno transitorio en uno «permanente», como una de las medidas esenciales para conseguir la estabilización del país. GARA
