Trabajadoras del hogar, nuevamente ignoradas
La preocupación que mostró ayer la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia es extensible a otros muchos colectivos, a todos los trabajadores, tras el último y considerable ataque a sus derechos, cual ha sido la reforma de las pensiones. En el caso de las trabajadoras del hogar, sin embargo, dicho ataque es mayor si cabe, al tratarse de un colectivo especialmente marginado y que ha de hacer frente a unas condiciones de trabajo ínfimas, con un altísimo porcentaje de ellas que trabaja en la economía sumergida debido a su situación irregular por ser inmigrantes, y con las pensiones más bajas del sistema; en el caso de trabajar menos de 18 horas semanales, no pueden darse de alta en el sistema especial de la Seguridad Social y han de hacerse cargo de sus bajas durante casi un mes en caso de accidente o enfermedad laborales. Ésas son algunas de sus condiciones laborales, más propias de hace un siglo. Como denunciaron ayer, en las negociaciones entre el Gobierno español y los sindicatos UGT y CCOO, sencillamente han sido ignoradas. Claro que el objeto del «diálogo social» no era la situación de las trabajadoras del hogar precisamente; no lo era la situación de ningún trabajador, y aunque cada parte intente vender el pacto como un logro propio, la realidad es que todos los trabajadores han salido perdiendo. La patronal, en cambio, se muestra satisfecha.