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Las trabajadoras de hogar denuncian la reforma de las pensiones y a sus firmantes

La Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia mostró ayer su preocupación porque «hemos quedado marginadas» en la reforma de la Seguridad Social en el ámbito de las pensiones y criticó al Gobierno español y a CCOO y UGT por firmar esos recortes.

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Juanjo BASTERRA | BILBO

La Asociación de Trabajadoras de Hogar-Etxe Langileen Elkartea (ATH-ELE) denunció ayer al Gobierno español y a CCOO y UGT «por no tenernos en cuenta» en la reforma de la Seguridad Social en materia de pensiones», aprobada el pasado viernes 28 de enero y porque «se rebajan las pensiones del futuro al endurecer los requisitos de acceso y la forma de calcularlas» que «nos afecta directamente, porque cobramos pensiones de miseria».

Sgún explicaron Conchi Gómez y Liz Quintana, en el Régimen Especial de Empleadas del Hogar en la Seguridad Social figuran casi 20.000 trabajadoras en Hego Euskal Herria, de las que el 54,7% son inmigrantes, pero en la economía sumergida trabajan más del doble, «la mayoría son de otros países que no tienen regularizados los papeles porque la legislación no nos ampara». Según dijeron, las pensiones de las trabajadoras son las más bajas del sistema, ya que de media perciben 490 euros, «con lo que el 56% de las mismas necesita los complementos a mínimos para tener una mejora en sus salarios».

La Asociación de Trabajadoras de Hogar encendió la alarma sobre este sector «explotado y sumergido» y que «no está amparado por la legislación laboral, que es franquista, de lo que se aprovechan quienes nos contratan porque no tenemos un respaldo legal efectivo».

Conchi Gómez explicó que «estamos marginadas. En esta reforma se integrará parcialmente al régimen agrario y al de autónomos, pero se nos deja fuera. Hace tres años en la Mesa de Diálogo Social de Madrid CCOO y UGT se comprometieron a modificar esta situación, pero llegado el momento de la verdad no lo han hecho. Ya es hora de que nos atiendan».

Denunció al Gobierno español, a CCOO y a UGT p«orque no nos tienen en cuenta. Es porque el 93% del sector está formado por mujeres y realizamos tareas asignadas en épocas anteriores a las mujeres: tareas de cuidado y domésticas».

También criticó que «de nuevo, se ha dejado de lado la integración del régimen especial del empleo doméstico en el régimen general. La desaparición de este régimen discriminatorio es una exigencia de justicia elemental, reconocida una y otra vez por el Gobierno español y los sindicatos UGT y CCOO, que nunca encuentran el momento histórico oportuno».

Liz Quintana expresó con rotundidad que «esas condiciones son vergonzosas y provienen de un régimen de la Seguridad Social instaurado en el franquismo en 1969, cuando la doctrina oficial era que las mujeres debían casarse y depender económicamente de sus maridos. Es decir, cuando el trabajo doméstico y el de cuidado eran tareas de mujeres que no tenían reconocido ni su valor económico ni su contribución al bienestar social». Sin embargo, las representantes de la AHT-ELE, recordaron que «en la actualidad tenemos instituciones, leyes de igualdad que reconocen nuestros derechos en el papel, pero no en la práctica».

Sin paro y sin ayuda por baja

La discriminación es importante. No tienen derecho a estar dadas de alta en el sistema especial de la Seguridad Social si trabajan menos de 18 horas a la semana; en caso de accidente laboral o baja por enfermedad laboral tienen que hacerse cargo de la misma hasta el vigésimo octavo día. «¿Quién puede estar un mes sin cobrar y más con sueldos tan bajos?», se preguntó Conchi Gómez.

Además, para el cálculo de la pensión se tienen encuentra los «períodos vacíos», es decir aquellos que porque no tienen contrato o no han podio trabajar no han cotizado, «por lo que la pensión nos baja muchísimo». Tampoco pueden cotizar «por los verdaderos ingresos, en el caso de que logres una cantidad por encima del SMI, ni tenemos prestación por desempleo». También denunciaron que en diversas ocasiones ponen en conocimiento de la Inspección de Trabajo irregularidades, «pero no hacen caso».

DISCRIMINACIÓN

Explicaron que han sufrido una nueva discriminación, dado que se ha integrado a los autónomos y al Régimen Agrario en el Régimen General, pero «a nosotras no. Con esa reforma nuestras pensiones bajarán».

EMPLEO SUMERGIDO

En Hego Euskal Herria están dadas de alta en la Seguridad Social alrededor de 20.000 trabajadoras en este sector, pero en la economía sumergida trabajan más del doble. De hecho, el 33% de las trabajadoras internas trabajan sin papeles porque la Ley de Extranjería no les deja otra salida «de lo que se aprovechan quienes nos contratan».

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