En una carta dirigida a Laurent Nuñez, subprefecto de Baiona, el vicepresidente de CADE y presidente de la asociación Nivelle-Bidassoa, Frantxua Maitia, ha pedido al representante del Estado la apertura de un debate sobre la «modernización, la readecuación de la capacidad de tráfico» de la actual vía férrea que cruza Lapurdi, así como sobre las medidas de protección de los habitantes que residen en su perímetro.

Haciéndose eco de la petición de miles de personas que se oponen al proyecto de la nueva línea del TAV, la misiva explicita con datos que «la saturación anunciada por RFF es exagerada» y solicitan que «se declare una moratoria sobre este proyecto inútil, ruinoso y elaborado a partir de datos engañosos».

Espacio intermodal en Irun

Mientras tanto, la Diputación de Gipuzkoa aprobó anteayer un protocolo de colaboración encaminado a «reordenar el espacio ferroviario de Irun en previsión de la llegada del TAV». El protocolo aprobado ya por Lakua la semana pasada será también suscrito por el Consistorio irundarra, el Ministerio de Fomento, Renfe, Adif y ETS.

La diputada Arantza Tapia explicó que el objetivo es buscar la mejora tanto del tráfico de mercancías como de persona, conectar la ciudad que se encuentra dividida por las vías actuales y potenciar la intermodalidad para hacer confluir en el mismo espacio la línea del TAV, las de Renfe, las de EuskoTren, así como las de autobuses.

Los estudios técnicos para esta adaptación serán financiados por las instituciones.