Tras la confirmación de la expulsión de EA de NaBai, habrá noticias y medios que incidirán en el descontento surgido entre las bases del partido de Garaikoetxea en Nafarroa y probablemente se hable mucho menos del cabreo que éstas tienen también con la actuación de Aralar y PNV. Lo cierto es que los compromisarios navarros salieron contentos de la asamblea. En cualquier caso, es evidente que todos estos hechos tendrán un coste para la militancia de EA en este herrialde, un cálculo que probablemente tampo- co ha sido ajeno a los pasos que han ido dando sus teóricos socios de NaBai en las últimas semanas.

Sin embargo, también hay que constatar que existe otro sector del partido que lejos de ver esta NaBai como un valor positivo, considera necesario acentuar la estrategia nacional común y los acuerdos de izquierda que se han ido cerrando en los últimos meses. Cerca del 23% de los miembros con derecho a voto de la Asamblea Nacional o se abstuvieron o votaron en contra de la resolución planteada. Otros, aún pensando que es preciso dar pasos más audaces, optaron finalmente por apoyar a la dirección en la que confían. Pero que nadie intente ver en estos militantes nada parecido a un sector crítico. Son personas muy comprometidas con los pasos que se han ido dando, encabezados por la Ejecutiva Nacional, tras el último congreso. Simplemente, conviene dejar constancia de la existencia de esta parte de la afiliación para que, con la propaganda que ya se está haciendo, nadie crea que la dirección de EA va alocada ejerciendo de vanguardia más allá de la voluntad de su militancia. Si algo ha hecho en estos días la Ejecutiva Nacional es una labor de contención de lo que le pedía el cuerpo a una mayoría en EA.