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Revuelta popular en el mundo árabe

Mubarak saca a sus partidarios a la calle para agredir a la oposición

La tensión aumenta en Egipto, después de que ayer partidarios de Hosni Mubarak entrasen en la plaza Tahrir de El Cairo y agrediesen a los manifestantes congregados allí desde hace diez días, provocando medio millar de heridos. Estos enfrentamientos se producen después de que el martes Mubarak rechazase dimitir, lo que incrementa la sospecha de que agentes de la Policía provocasen los incidentes de ayer. El Ejército optó por mirar hacia otro lado y no intervenir.

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GARA | EL CAIRO

La plaza Tahrir de El Cairo, corazón de la protesta contra el presidente egipcio desde hace diez días, se transformó ayer en un campo de batalla entre partidarios y contrarios a Hosni Mubarak, provocando al menos 500 heridos, según France Presse. La televisión pública añadió que un militar murió en los enfrentamientos.

La oposición convocó nuevas manifestaciones masivas para hoy para exigir la marcha inmediata de Mubarak, ya que considera insuficiente la promesa del presidente de retirarse cuando concluya su mandato en setiembre. De este modo, hizo caso omiso al Ejército, que hizo un llamamiento para que volviese la calma.

Llegados a miles desde primera hora de la mañana, partidarios del jefe del Estado se enfrentaron violentamente a los manifestantes. Lanzaron bloques de piedra contra ellos desde tejados y balcones de edificios que dan a la plaza Tahrir, escenario de la protesta desde el 25 de enero.

El enfrentamiento llegó también a las inmediaciones del Museo Egipcio, que alberga tesoros de valor incalculable de la época faraónica. Los soldados formaron una cadena humana para proteger el edificio, pero al final de la tarde, dos cócteles molotov impactaron en el patio del Museo.

Antes, los partidarios de Mubarak cargaron contra los manifestantes montados a caballo y a camello, antes de ser rodeados. Al menos seis personas fueron descabalgadas de sus monturas, golpeadas con palos y arrastradas por el suelo con el rostro ensangrentado.

Los manifestantes recibieron los impactos de las piedras y fueron golpeados con puños y palos junto a los carros del Ejército que vigilan el acceso a la plaza. A excepción de unos disparos de advertencia realizados a primera hora de la tarde, los militares optaron por no intervinir.

Con la caída de la noche, se lanzó gas lacrimógeno contra los manifestantes contrarios a Mubarak, pero no está claro quién lo hizo. Según la oposición, fueron policías vestidos de civil que se encontraban entre los partidarios de Mubarak. El Ministerio del Interior desmintió esta información.

Un periodista y un fotógrafo de France Presse vieron cientos de heridos, algunos de ellos transportados sobre los hombros de sus compañeros.

Médicos voluntarios de la mezquita Ibad Al-Rahman, situada cerca de la plaza Tahrir y donde se instaló un hospital de campaña, indicaron que atendió al menos a 500 heridos.

«Nunca habíamos visto algo semejante. Enfrentamientos entre egipcios, es la guerra civil», lamentó Mohammed Sayyed Mustafa, de 26 años.

A mediodía, el Ejército instó a los manifestantes a regresar a sus casas. «Vuestras reivindicaciones han sido escuchadas», declaró un portavoz en la televisión pública, pidiendo a quienes participan en las movilizaciones contra Mubarak que volvieran a sus hogares para que «se restablezcan la seguridad y la estabilidad».

En un discurso retransmitido por televisión el martes por la noche, Mubarak, en el poder desde hace 30 años, anunció que no optaría a un nuevo mandato en las elecciones presidenciales de setiembre y que impulsaría una «transición pacífica».

Pero este anuncio no acabó con la protesta. Los Hermanos Musulmanes, principal fuerza opositora, rechazaron «todas las medidas parciales propuestas» por el presidente, así como que permanezca en el poder hasta setiembre.

Críticas internacionales

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, estimó «inaceptables los ataques contra manifestantes pacíficos» y llamó a «una transición en orden y calma».

La Casa Blanca llamó a la calma y deploró y condenó la violencia contra los manifestantes egipcios, según señaló su portavoz, Robert Gibbs, en un corto comunicado.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió del «riesgo» de que la revuelta popular en Egipto desemboque en «un periodo de inestabilidad y de incertidumbre durante varios años» en la región.

Según un balance no confirmado de la ONU, los disturbios de la primera semana de protesta provocaron al menos 300 muertos y miles de heridos.

EEUU mostró su inquietud por la situación que están viviendo los medios de difusión: la cadena Al-Jazeera está prohibida desde el domingo en Egipto; el diario belga «Le Soir» anunció ayer la detención y paliza sufrida por su corresponsal Serge Dumont; Tel Aviv reclamó la liberación de tres periodistas israelíes detenidos por no haber respetado el alto el fuego; y el enviado especial de TV3, Joan Roura, fue agredido por partidarios de Mubarak mientras realizaba una conexión en directo.

«Estos ataques no son sólo peligrosos para Egipto, constituyen una amenaza directa contra las aspiraciones de los egipcios. El uso de la violencia para intimidar a los egipcios debe cesar», señaló el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Philip Crowley.

La alta representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, defendió ayer ante el Pleno del Parlamento Europeo la necesidad de que haya un cambio de régimen en Egipto tras constatar que «los sistemas políticos de la región han llegado a un punto de no retorno». «Hemos visto los recientes acontecimientos en Túnez y ahora en Egipto. Los pueblos de ambos países han expresado sus preocupaciones y aspiraciones legítimas y esperan una respuesta adecuada dentro de sus países pero también de sus socios, incluida la UE», dijo Ashton.

Túnez y alliot-marie

La ministra francesa de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, que ya fue criticada por sus polémicas declaraciones sobre Túnez, ha sido acusada de favorecer a un grupo de empresarios vinculados al clan del ex presidente Zine El-Abidine ben Ali.

palestina

La Autoridad Palestina anunció que convocará elecciones locales, en lo que se interpreta como una medida para evitar un levantamiento en sus territorios inspirado en Egipto. Serían las primeras elecciones desde la victoria de Hamas en las legislativas de 2006.

jordania

El nuevo primer ministro designado por el rey, Maaruf Bajit, se reunirá hoy con la oposición. Su nombramiento ha sido criticado por el Frente de Acción Islámica (FAI), principal fuerza opositora y convocante de las manifestaciones reclamando reformas.

El presidente yemení cede y renuncia a un nuevo mandato

El presidente yemení, Ali Abdallah Saleh, en el poder desde hace 32 años, anunció ayer que renuncia a optar a un nuevo mandato e hizo concesiones a la oposición, debido la presión de la calle y a la influencia de los ejemplos tunecino y egipcio. «Estoy en contra de una renovación de mi mandato y de la transmisión hereditaria del poder», declaró Saleh ante el Parlamento, al que convocó para una sesión extraordinaria.

Los diputados de la oposición, que han convocado un Día de la Ira para hoy, boicotearon la sesión.

El jefe del Estado anunció también que se aplazan las elecciones legislativas previstas para el 27 abril. La oposición critica que se convoquen estos comicios sin que se hayan realizado las reformas políticas que reclaman.

Saleh precisó que había decidido «suspender las enmiendas constitucionales por el interés nacional».

Los diputados debían examinar el 1 de marzo una revisión constitucional propuesta por los parlamentarios del Congreso Popular General (CPG, en el poder) para abrir paso a una eventual elección vitalicia del presidente. Una enmienda preveía suprimir la vigente limitación de dos mandatos presidenciales consecutivos.

La oposición sospecha que Saleh quiere transmitir el poder a su hijo mayor, Ahmed, responsable de la Guardia Republicana, unidad de élite del Ejército.

Saleh instó a la oposición a suspender las manifestaciones y a retomar el diálogo con el CPG, interrumpido desde la decisión de las autoridades de organizar elecciones legislativas el 27 de abril.

Miles de yemeníes, inspirados en las revueltas de Túnez y Egipto, se manifestaron el pasado jueves en Sana'a a convocatoria de la oposición para reclamar la marcha del jefe del Estado.

El presidente Saleh también llamó a formar un Gobierno de unidad nacional.

En el poder desde 1978, Saleh fue elegido por primera vez en 1999 mediante sufragio universal directo para un mandato de siete años. Fue reelegido en 2006 para otro mandato que concluye en 2013.

«No me voy a dejar llevar por el orgullo y voy a hacer concesiones, una tras otra, a favor del interés nacional», añadió el presidente en un discurso realizado en un tono muy conciliador. H. MUNASSAR

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