Cuando nadie se lo esperaba, saltó la liebre. Itxako, invicta hasta la fecha, sufrió anoche su primera derrota en lo que va de Liga ABF. Fue ante el Rocasa, hasta ayer penúltimo clasificado, por un sorprendente 20-17. El conjunto de Lizarra sucumbió ante la escuadra canaria víctima tal vez del exceso de confianza.

Con todo, el conjunto entrenado por Ambros Martín tuvo, por así decirlo, los hados de su parte, ya que su primer tropezón liguero coincidió con la derrota del segundo clasificado, el Elda Prestigio, a manos del Parc Sagunt, por 27-25. Asimismo, ello puede suponer, en caso de que haga sus deberes frente al Monóvar, que Bera Bera se arrime a los dos primeros clasificados.

Todo del revés

«Es rarísimo perder un partido en el que sólo has encajado 20 goes», confesaba a este periódico Manu Etayo, segundo entrenador de Itxako. Y es que, en el contexto de un choque trabado y sin ritmo, el líder y vigente campeón de la Liga ABF sólo pudo ponerse una vez en ventaja: 4-5, mediada la primera mitad.

Los 30 primeros minutos acabarían con dos goles de renta para las canarias: 10-8. Las de Lizarra no lograron sobreponerse y, pese a empatar a 17 a cinco minutos del final, se quedaron ancladas en ese guarismo.

«Hemos fallado mucho desde seis y siete metros, y a la que igualábamos, se nos iban en seguida de dos o tres goles. Ahora toca jugar la Liga de Campeones y quitarnos esta mala sensación», culminaba Etayo.