Le extirpan el estómago para evitar padecer un cáncer hereditario
GARA |
El pasado mes de julio, la oncóloga del Departamento de Digestivo de la Clínica de Navarra Maite Herráiz extirpó el estómago a una paciente sana con antecedentes familiares de cáncer gástrico difuso. Con el síndrome hereditario que padecía esta mujer, tenía un 70% de posibilidades de desarrollar cáncer de estómago. Era la primera vez en el Estado español que se hacía una intervención de ese órgano, con el resultado de que tenía ya un tumor microscópico. Era la número 97 de los casos publicados en la literatura científica mundial.
Quedarse sin un ovario, el útero, las mamas, el estómago o el colon cuando están sanos puede resultar traumático, pero también es una oportunidad para ganarle la batalla al cáncer de forma preventiva. En esa lucha juega un papel importante la cirugía profiláctica -se extirpa un órgano aunque no esté dañado para evitar el posterior desarrollo de un cáncer-, que se está convirtiendo en una herramienta de prevención cada vez más utilizada.
Aunque la mayoría de los tumores tienen su origen en factores externos como la obesidad, el tabaco, los malos hábitos alimenticios o la vida sedentaria, hay un porcentaje de casos con un factor de riesgo hereditario.
Así, existen personas que tienen susceptibilidad a desarrollar algún tipo de tumor al haber heredado una alteración en su código genético, señala el doctor Jesús García-Foncillas, oncólogo y director de la Unidad de Genética de la Clínica Uni- versitaria de Navarra.
Entre un 5 y un 10% de todos los cánceres de mama y ovario son hereditarios. En estos casos, el riesgo de desarrollar la enfermedad a lo largo de la vida es de un 70% en el de mama y de entre un 30 y 40% en el de ovario.
En cualquier caso, la doctora Herráiz insistió en dejar claro que «si hay herramientas tecnológicas que permiten controlar la aparición del tumor en estados incipientes no es necesario extirpar el órgano».