LEGALIZACIÓN DE LA IZQUIERDA ABERTZALE
El nuevo partido nace bajo amenaza creciente de Madrid
La sala A3 del Palacio Euskalduna de Bilbo se llenará hoy para acoger un acto sin precedentes: Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin explicarán los criterios políticos básicos y los estatutos de la nueva formación política de la izquierda abertzale a los principales agentes de la sociedad vasca, con muy pocas ausencias. Mientras, medios de Madrid dan por seguro que la Fiscalía actuará contra el partido y apuntan que las FSE informarán incluso sobre los asistentes al acto de hoy.
Ramón SOLA | DONOSTIA
La sesión, organizada por Lokarri, se ha convocado hoy a las 11.00 en el Palacio Euskalduna de Bilbo, y la expectación es tal que no sólo se ha tenido que habilitar una sala mucho mayor que la prevista inicialmente, sino que los reporteros gráficos han sido citados media hora antes en previsión de que sean muchas las cámaras reunidas para grabar y difundir el acto.
Según informa Lokarri, en este acto inédito habrá dos partes. En primer lugar intervendrá Rufi Etxeberria «para referirse al anclaje político» en el que nace el nuevo partido. Y le sucederá el abogado Iñigo Iruin, «que abordará el contenido de los estatutos desde el punto de vista jurídico-político».
La invitación ha sido cursada ampliamente, tanto a los medios como a agentes políticos, sindicales y sociales, lo que convierte este evento en algo peculiar y también significativo sobre el alcance de la apuesta de la izquierda abertzale. Casi todos los interpelados han respondido de modo positivo, por lo que estarán en el Euskalduna.
Así las cosas, resulta más fácil enumerar quiénes no acudirán a escuchar a la izquierda abertzale. En cuanto a formaciones políticas, sólo han rehusado la invitación PSE, PP y UPyD. El más agresivo ha sido el PP, que el sábado llegaba a definir a la organización promotora del acto como «Lokarritasuna» por boca de su líder en la CAV, Antonio Basagoiti. «Somos los que más queremos que se acabe con esto -dijo-, y por eso no queremos que alguien venga a estropearlo, se llame Lokarri, Lokarritasuna, EA, o como se llame».
Hamaikabat, escindida de EA, también pone la voz disonante. Martin Beramendi, su presidente en Gipuzkoa, considera que «no es momento de manifestarse por la legalización de Batasuna, sino de manifestarse para pedirle a ETA que deje ya las armas de una vez por todas y desaparezca para siempre. No vamos a hacer la ola a nadie». Se trata de una excepción absoluta en su entorno político, ya que al Euskalduna sí acudirán fuerzas políticas mucho más potentes, como PNV, EA, Aralar, AB, EB o Alternatiba.
Del mismo modo, desde el ámbito sindical sólo se espera una ausencia significativa: la de representantes de UGT. Habrá dos miembros de CCOO a título individual, así como enviados de ELA, LAB, STEE-EILAS, ESK e Hiru, que componen la mayoría sindical vasca.
Junto a ellos, otros agentes vascos y muchos medios de comunicación para los que se ha dispuesto una sala con 283 butacas, el doble que la inicialmente contratada por Lokarri.
Su coordinador, Paul Ríos, explica que espera que el acto tenga una «gran relevancia» y que sea «un paso importante hacia el camino de la paz». Indicó a la agencia Europa Press que su organización se está implicando en el tema porque considera que la legalización de la izquierda abertzale «es crucial» y que el contenido de los estatutos debería permitirla.
Vigilancia policial
Sin embargo, no serán todos éstos los únicos interesados en el acto del Euskalduna. Diarios del Grupo Vocento afirmaban ayer que las FSE también vigilarán el evento e incluso a los asistentes para incorporar más datos a los informes destinados a impugnar el nuevo partido.
Tanto estos medios como ``El País'' afirman que el Gobierno de Zapatero tiene decidido impugnar la inscripción del nuevo partido, independientemente de que sus estatutos se ajusten a la ley o no, de modo que la última decisión quede en manos del Tribunal Supremo español.
Se afirma por ejemplo que los servicios policiales y de espionaje del Gobierno español ya disponen de cerca de una docena de informes diferentes sobre una argumentación básica: que la nueva formación debe ser entendida como una continuación de los partidos anteriormente ilegalizados.
En la prensa de ayer se podían encontrar afirmaciones tan curiosas como ésta de ``El Diario Vasco'': «Interior y la Fiscalía no ven como un problema los posibles estatutos `limpios' de la nueva formación». O ésta de ``El País'', que tras saludar los movimientos de la izquierda abertzale y la «velocidad» adquirida, avisa de que «aunque los estatutos de la nueva marca sean impolutos, el Ejecutivo los impugnará y pedirá a la Fiscalía que intervenga para que el Supremo tome cartas en el asunto».
9 de febrero
La nueva formación de la izquierda abertzale será registrada en el Ministerio del Interior, en Madrid.
1 de marzo
Antes de esa fecha, Interior debe decidir si acepta la inscripción o si pasa el asunto a la Fiscalía. Lógicamente, puede hacerlo también desde el mismo día 9.
21 de marzo
En ese caso, la Fiscalía tendría veinte días para impugnar el partido ante el Tribunal Supremo, por lo que si apura los plazos el trámite concluiría el 21 de marzo. Si el partido fuera impugnado por «continuidad» de un partido ilegalizado -como se asegura-, el Supremo no tendría plazo límite para decidir. En el caso de ASB en 2007, su inscripción se impugnó el 3 de abril y el Supremo la aceptó el 15 de mayo.
18 de ABRIL
Presentación de candidaturas.
22 de mayo
Elecciones.
VALORACIONES: EN CONTRA Y A FAVOR DE LA LEGALIZACIÓN
Algunos miles de personas se manifestaron el sábado en Madrid convocados por la asociación ultra Voces contra el Terrorismo, que lidera Francisco José Alcaraz, conocido por su hiperactividad contra el proceso de negociación de 2005-2007. El PP puso cierta distancia respecto a la protesta, ya que sólo acudieron los políticos vascos que afirman, contra el criterio de la dirección del partido, que el Gobierno del PSOE tiene abierta una negociación solapada con la izquierda abertzale: Jaime Mayor Oreja, Carlos Iturgaiz, Regina Otaola y la «ex» María San Gil. Como muestra de la posición reticente del partido, se anunció que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, haría declaraciones en la zona pero no se incorporaría a la marcha, aunque finalmente sí se unió al grupo.
El día después, sin embargo, el PP se subió a este carro para anunciar que tiene muy claro que las condiciones son las marcadas por estos colectivos. La número dos del partido, María Dolores de Cospedal, dijo en Toledo que «ETA debe disolverse y entregar las armas» para que se pueda proceder a la legalización de la izquierda abertzale. «El PP no consentirá otra cosa de ninguna manera», dijo.
«Como llevan 50 años matando, tendrán que demostrar durante mucho tiempo que, de verdad, quieren comportarse como demócratas y que condenan el terrorismo», añadió María Dolores de Cospedal.
Erre que erre, Jaime Mayor Oreja reiteró mientras tanto que los movimientos que se vienen produciendo son producto de «una escenificación».
En Onda Cero, afirmó que «a partir de ahora el Gobierno va a dar la impresión de que quiere evitar» que la izquierda abertzale esté en las urnas, y que para ello «evidentemente actuará a través de la Fiscalía y acabará diciendo que no tiene más remedio que afirmar lo que diga la Justicia».
El PSOE optó de nuevo por responder a Mayor Oreja a través de una portavoz menor. Si el sábado se encargó de ello su responsable de Política Municipal, ayer fue la eurodiputada Elena Valenciano quiso aseguró que las palabras del ex ministro de Interior del PP «perjudican objetivamente el final de ETA».
También en Onda Cero, Valenciano replicó que «el fin de ETA es algo que van a lograr todos los demócratas y que está cerca», por lo que, a su juicio, «es incomprensible que alguien que ha sido ministro del Interior trate de perjudicar este objetivo».
Además, la europarlamentaria del PSOE pidió al presidente del PP, Mariano Rajoy, «en nombre de todos los demócratas y del Pacto contra el Terrorismo», que le pida a su eurodiputado que «deje de hacer estas declaraciones» ya que el PSOE percibe que Mayor Oreja «va a mantener esta actitud» y «no tiene ninguna intención de callarse».
El mantenimiento de la ilegalización fue exigido también por dos hijos de Fernando Múgica Herzog, muerto a manos de ETA hace quince años, en un acto de recuerdo celebrado ayer en el Palacio Kursaal de Donostia. En él tomaron la palabra los dirigentes del PSE Alfonso Guerra, José María Benegas e Iñaki Arriola.