Elena Poniatowska retrata a la Leonora Carrington en la novela ganadora del Biblioteca Breve
La pintora Leonora Carrington, la última artista surrealista viva, es la protagonista de la última novela de la mexicana Elena Poniatowska; un título que ha obtenido el premio Biblioteca Breve.
A.E. | DONOSTIA
José Manuel Caballero Bonald, Pere Gimferrer, Rosa Montero, Darío Villanueva y Elena Ramírez, componentes del jurado, decidieron por «unanimidad» premiar a «Leonora», título de esta novela, por su «escenario cosmopolita» y la utilización de «recursos verbales magistrales» con los que «Elena Poniatowska construye una figura femenina turbadora en la que se encarnan los sueños y las pesadillas del siglo XX».
Lo cierto es que la escritora y periodista mexicana casi no necesitaría de tales reconocimientos, dada su trayectoria, que la ha convertido en un clásico de la literatura latinoamericana. De orígenes aristocráticos y casi de cuento -es princesa, aunque reniega de ello- esta mujer comprometida y de estilo muy particular destaca por sus trabajos periodísticos -ha entrevistado a Chávez y al subcomandante Marcos para medios como «La Jornada»; siempre dice que es, ante todo, periodista- y por novelas tan brillantes como «Todo empezó en domingo», «La noche de Tlatelolco» o «Las siete cabritas».
En «Leonora», describe la vida de Leonora Carrington, pintora surrealista y escritora mexicana de origen inglés, que coincidió en el París de las vanguardias con Max Ernst, Joan Miró y André Breton. Carrington, dijo ayer Poiniatowska a Efe, se hizo surrealista con Max Ernst, pero tuvo que abandonar París por la Segunda Guerra Mundial y «acabó enloqueciendo cuando Ernst, que era alemán, fue deportado a un campo de concentración».
Tras dejar París, fue confinada en un manicomio, del que escapó y, tras un breve período en Madrid y Lisboa, viajó a Nueva York antes de instalarse en México. «Leonora Carrington fue un ser muy solitario, que vivió el miedo que significa estar internada en un centro psiquiátrico» y esa soledad se acrecentó «al llegar sola a un país, sin hablar su idioma y sabiendo que tenía que vivir de su pintura, pues su padre la había desheredado».
Conversaciones y humo
Para la escritora mexicana, Carrington no pintaba de manera explícita como los surrealistas, sino que «simplemente pintaba su mundo infantil, su mundo celta, su mundo interior». Con Diego Rivera y con Frida Kahlo no se hablaba ni nunca se hizo amiga: «Había una división entre los pintores que procedían de Europa y el gran movimiento artístico revolucionario que reivindicaba las grandes gestas a través de sus murales kilométricos, y Leonora prefería estar lejos de los artistas que defendían la pintura a balazos».
Poniatowska aclaró que se trata de una novela. «No es ni una crítica de la pintura de Leonora Carrington, ni una biografía», dijo, antes de confesar que escribió el libro a partir de las conversaciones que mantuvieron ambas durante múltiples entrevistas, de los libros de la propia Leonora y de los que escribieron sobre ella Whitney Chadwick, Susan L. Alberti o Julotte Roche. «Conozco a Carrington desde hace muchos años; ella ilustró mis libros `Lilus kikus' (1954) y `Rondas de la niña mala' (2008). Vive en su casa sin hablar con la prensa, hace unos moles poblanos con mucho chocolate y antes de venir a Barcelona la visité y la invité a venir, pero me dijo que no; y no creo que lea la novela, porque nunca lee lo que se escribe sobre ella», relató.
Sus conversaciones, continuó Poniatowska, se centran «en su perro Yeti y en lo mal que está la política en México, y pasa el tiempo fumando, tomando el té y pasándolo bien». A decir de Poniatowska, «lo único que preocupa a Carrington, que no es creyente, es la muerte y pregunta si al morir nos evaporamos o nos vamos de la mano». La novela será publicada el 22 por Seix Barral.