Todos los sucesivos movimientos hechos por la izquierda abertzale hasta ayer habían encontrado un mismo soniquete de respuesta: «Insuficiente». Pero esta vez los tópicos acabaron en la pape- lera. Hubo que innovar en las lecturas. Como le ocurrió al principal analista de ``El País'' el día de la última declaración de ETA, ayer fue a su homóloga de ``El Mundo'' a quien le venció la realidad de los hechos, hasta el punto de tener que corregirse después para ajustarse a lo políticamente obligado. Si miran en internet, hallarán que la primera impresión de Ángeles Escrivá no podía ser más rotunda: «Un estatuto impecable», escribió en la web. Horas después, el adjetivo había menguado, y los principios del nuevo partido ya no eran impecables sino «ajustados». En cualquier caso, para nada «insuficientes». La misma redactora mantenía que «no hay duda de que Batasuna ha dado un paso inimaginable hasta hace unos meses». Su medio había racaneado espacio al evento, pero tras escuchar a Etxeberria e Iruin se vio obligado a darle el titular principal de su edición digital. No hubo excepción en esto. Para todos los medios fue la noticia del día, y de muchos días.

``El País'' hizo un seguimiento al minuto en su página web. Tras acabar el acto, el diagnóstico de sus redactores también era contundente, que utilizaban términos como «día histórico» y «paso importantísimo», y coincidan en que no esperaban una apuesta de tal calibre. Rápidamente se organizó una votación entre los lectores en base a esta pregunta: «¿Es suficiente para ir a las elecciones?». Avanzada la tarde, el 73% optaba por el sí y sólo el 24% sostenía el no, con más de 4.000 votos recibidos. Sólo el 2% restante se quedaba indiferente. Todo un hito en la opinión pública española, habitualmente cerrada en banda ante cualquier iniciativa independentista.

No suponía una excepción. En ``Público'', con una pregunta similar y más votos recibidos todavía, el 76% consideraba que la izquierda abertzale debe tener vía libre hacia las urnas. ``El Mundo'' recurría al truco de cambiar esta pregunta -la lógica- por otra más retocida: «¿Cree que el Gobierno dejará presentarse a Batasuna?». Sin embargo, el resultado apenas difería: sólo para el 19% la izquierda abertzale no estará en las urnas.