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La mujer herida en Elgoibar al intentar huir de su agresor abandona el hospital

La mujer, que sufre policontusiones tras caer de una altura de cinco metros cuando huía de su compañero, solicitó por la mañana de ayer el alta voluntaria en el Hospital de Mendaro.
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GARA | ELGOIBAR

La joven de Elgoibar, que el domingo cayó desde la ventana de su domicilio cuando intentaba escapar de su agresor, abandonó ayer el hospital tras solicitar el alta voluntaria.

La mujer fue trasladada la tarde del domingo al Hospital de Mendaro, donde ingresó sin que su vida corriera peligro. Allí fue atendida de las policontusiones que presentaba hasta que ayer por la mañana solicitó el alta voluntaria.

Su compañero sentimental, sobre el que pesa otra imputación por violencia machista interpuesta en marzo del pasado año por una pareja anterior, fue arrestado el domingo por los agentes de la Ertzaintza que se personaron en la vivienda alertados por los vecinos. Según informó la Policía autonómica, el hombre se resistió «activamente» a ser detenido, aunque no pudo evitar ser arrestado.

Los hechos ocurrieron sobre las 16.00 del domingo, en un bloque de viviendas del barrio Urasandi.

Cinco metros de altura

La mujer, de treinta años de edad, que intentaba huir de su compañero sentimental, salió por una ventana del domicilio agarrándose a un tendedero del patio interior del bloque de viviendas. La mujer, sin embargo, se precipitó desde una altura aproximada de cinco metros, arrastrando consigo el tendero del piso inferior y resultando herida debido a las contusiones.

Tras ser ayudada a salir del edificio por varios agentes de la Ertzaintza, fue evacuada en una ambulancia medicalizada al centro hospitalario de Mendaro.

Al parecer, la joven era retenida por su compañero desde el sábado, día en el que le había manifestado su intención de abandonar la vivienda. El domingo, debido al bullicio, vecinos de la pareja alertaron a la comisaría de la Ertzaintza de Eibar de que una mujer podía estar siendo objeto de malos tratos.

Al llegar al lugar, los ertzainas llamaron al timbre de la vivienda sin recibir respuesta, aunque oían gritos procedentes del interior del piso.

En ese momento, desde un cristal traslúcido que daba al patio interior del inmueble, los agentes vieron a una mujer que salía por la ventana y se colgaba en el tendedero.

Los vecinos habían alertado en más de una ocasión de posibles malos tratos por parte de este hombre.

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