El sur de Sudán elige la independencia y Omar al-Bashir reconoce el resultado
El 98,83% de los sudaneses de la todavía región autónoma del sur ha optado por la independencia, según los resultados definitivos del referéndum del pasado enero anunciados ayer y que el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, ya ha reconocido. Al-Bashir señaló que el pueblo del sur «ha elegido la separación y nosotros estamos comprometidos con el mantenimiento de los lazos entre el norte y el sur y de las buenas relaciones basadas en la cooperación».
GARA | JARTUM
El 98,83% de los habitantes de Sudán del Sur optó por la secesión, según los resultados definitivos del referéndum, abriendo así la vía para el nacimiento el 9 de julio, cuando se haga efectiva la independencia, de un nuevo Estado en África, una victoria que fue festejada en la capital sudista, Juba, y reconocida por el presidente de Sudán, Omar al-Bashir.
Los resultados, que aparecieron en pantallas durante una ceremonia en Jartum, muestran que de los 3.837.406 votos validados sólo 44.888, o sea el 1,17%, eligieron la unidad con el norte.
«El referéndum ha sido transparente y no tenemos objeciones a esos resultados», declaró el presidente de la comisión del referéndum, Mohamed Ibrahim Jalil.
Su anuncio era una simple formalidad puesto que los resultados preliminares completos publicados el 30 de enero indicaron ya que el 98,83% de los sursudaneses habían votado por la independencia.
Jalil había entregado previamente los resultados a Al-Bashir, quien señaló que «los resultados del referéndum son conocidos, el pueblo del sur ha elegido la separación. Estamos comprometidos con el mantenimiento de los lazos entre el norte y el sur y de las buenas relaciones basadas en la cooperación», señaló Al-Bashir.
Compromisos
Además, renovó su compromiso con la protección de los habitantes del sur que residen en el norte y con la resolución de los problemas pendientes entre el norte y el sur antes de la creación del nuevo Estado en julio, entre los que destacan la delimitación de las fronteras, el reparto de los ingresos del petróleo o el estatuto de la disputada región petrolera de Abyei.
Por su parte, el presidente de todavía región autónoma del sur, Salva Kiir, subrayó que trabajará con el norte para levantar las sanciones económicas internacionales y para retirar a Sudán de la lista de países que apoyan el «terrorismo», algo que EEUU anunció ayer que hará.
Subrayó que la independencia del Sur no era «el fin de la ruta porque no podemos ser enemigos. Debemos construir relaciones fuertes».
El referéndum era un elemento clave del acuerdo de paz que puso fin en 2005 a dos décadas de sangrienta guerra civil entre el Norte, principalmente musulmán y árabe, y el Sur, principalmente cristiano y negro.
Tanto la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, expresaron su satisfacción por los resultados del referéndum. El propio Barack Obama dijo que reconocerá al nuevo Estado en julio.
El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva desembarcó ayer en el Foro Social Mundial (FSM) de Dakar con un fuerte discurso en defensa del mundo en desarrollo, en el que llamó a África a «tomar conciencia de su fuerza».
El FSM dedicó su segunda jornada a África y denunció el «acaparamiento de tierras» y los «mecanismos de neocolonialismo». En ese marco, Da Silva, un referente del FSM, señaló que «en América del Sur, pero sobre todo en las calles de Túnez, El Cairo y tantas otras ciudades africanas, renace la esperanza de un mundo nuevo». «Millones de personas están en movimiento contra la pobreza a la cual están sometidas, contra la dominación de los tiranos, contra la sumisión de sus países a la política de las grandes potencias», agregó.
Tras recordar que Brasil alberga «la segunda comunidad negra más grande del mundo tras Nigeria», instó a África a tomar conciencia de su «extraordinario futuro» con «sus 800 millones de habitantes y su territorio inmenso y rico», explicando que podía construir su «independencia en materia de producción de alimento», y añadió que «el orden económico mundial ya no será moldeado por algunas economías dominantes».
Laurence BOUTREUX (AFP)
