Musharraf anuncia que no acudirá ante el tribunal que ordenó su detención
Un portavoz del ex presidente paquistaní Pervez Musharraf señaló desde Londres, donde se encuentra exiliado, que no se someterá a la orden de detención emitida por un tribunal en el marco de la investigación de la muerte de Benazir Bhutto. A Musharraf le acusan de no haber garantizado la seguridad de la ex primera ministra. Los partidarios de Musharraf ven en la orden judicial una maniobra para obstaculizar su retorno a la vida política paquistaní.
GARA |
Pervez Musharraf no se someterá a la orden de detención emitida contra él por la justicia paquistaní en el marco de la investigación de la ex primera ministra Benazir Bhutto, afirmó su portavoz desde Londres, donde está exiliado el ex presidente de Pakistán.
«No, no volverá [a Pakistán] para que le detengan», declaró a France Presse Fawad Chaudhry, portavoz de la Liga Musulmana de Todo Pakistán, el partido de Musharraf.
Si decide regresar a Pakistán, «será un retorno político», añadió su portavoz. El nuevo partido que Musharraf presentó en Londres en octubre tiene previsto concurrir a las elecciones legislativas de 2013.
«Este asunto es completamente ridículo. ¿Cómo puede ser procesado el presidente de un país por no haber garantizado la seguridad de alguien?», añadió Chaudhry.
El portavoz de Musharraf acusó a los jueces paquistaníes de «haberse transformado literalmente en un partido político».
«La Justicia paquistaní intenta politizar este caso y la toman con Musharraf porque destituyó el presidente del Tribunal Supremo en 2007», señaló Chaudhry.
Un tribunal paquistaní emitió ayer una orden de detención contra el ex presidente en el marco de la investigación sobre la muerte de la ex primera ministra Benazir Bhutto, fallecida el 27 de diciembre de 2007 en Rawalpindi en un atentado suicida.
Un tribunal «antiterrorista» de Rawalpindi, ciudad cercana a Islamabad, tomó esta decisión tras recibir el pliego de cargos formulado por la Agencia de Investigación Federal (FIA), informaron los canales de televisión paquistaníes.
En el documento, la FIA describe como fugitivo al ex jefe del Ejército, algo que el tribunal aún no ha hecho, y le acusa de no haber protegido la vida de Bhutto.
«No tenemos nada que ver con el asesinato de Benazir Bhutto. Su viudo, el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, ya dijo que había sido asesinada por Baitullah Mehsud», el difunto líder de los talibanes paquistaníes, declaró ayer el secretario general del partido fundado por Pervez Musharraf, Mohammed Ali Saif.
Saif denunció que los rivales políticos de Musharraf «están intentando evitar su retorno» y aseveró que la Justicia no ha usado el canal adecuado para pedir al ex presidente que colabore con la investigación.
El juez del tribunal de Rawalpindi fijó la próxima audiencia para el día 19 y señaló que espera que Musharraf comparezca voluntariamente, algo que no parece probable.
Las autoridades paquistaníes no han aclarado si, en función de los acontecimientos, solicitarán una orden de arresto internacional a la Interpol.
El ex general se encuentra en el exilio voluntario en Londres, aunque viaja con frecuencia para dar conferencias, ha fundado un nuevo partido y ha dejado clara su intención de regresar a Pakistán.
En su investigación, la FIA considera que Musharraf «intentó justificar el fracaso» a la hora de ofrecer protección a Bhutto en dos ocasiones, en alusión al atentado que tuvo lugar en la sureña Karachi cuando la ex primera ministra regresó del exilio -del que salió ilesa- y al que finalmente acabó con su vida dos meses después.
El tribunal de Rawalpindi ya aceptó el pasado día 7 la acusación contra Musharraf formulada por la FIA, que argumenta que uno de los policías arrestados recientemente por supuesta negligencia declaró que el ex general fue el emisor de todas las órdenes relevantes.
El ex jefe de la Policía de Rawalpindi Saud Aziz, en prisión desde el pasado mes de diciembre, mantuvo que Musharraf era el responsable último de la seguridad de Bhutto durante el mitin en el que perdió la vida.
La misión de la ONU que investigó la muerte de la líder del Partido del Pueblo Paquistaní (PPP) ya responsabilizó en abril de 2010 al régimen de Musharraf de no haberle ofrecido la seguridad adecuada y acusó a las autoridades de haber hecho fracasar la investigación del caso de forma deliberada.
Su informe denunció que la Policía de Rawalpindi infligió «daños irreparables a la investigación» al regar con mangueras el lugar del atentado y no conservar las pruebas físicas que se encontraban en el lugar.
La decisión judicial coincide con el reciente hallazgo de dos Blackberry que usaba Bhutto, tras lo cual la prensa se hizo eco de algunos de los mensajes que se encontraron, entre ellos uno que supuestamente era de Musharraf en el que advertía a la líder del PPP que su seguridad dependía de su relación con él.