El partido entre Real y Osasuna que más expectación ha levantado desde el inolvidable del año 2001
Más derbi que nunca
Blanquiazules y rojillos se enfrentan en un duelo directo en el que Lasarte, que dejó sin convocar a Labaka por decisión técnica, tendrá que buscar una fórmula para sustituir a Xabi Prieto. Camacho se encontró ayer con la baja de Sergio para unir a la conocida de Aranda.
Joseba ITURRIA I
Nunca un enfrentamiento entre Real y Osasuna tendrá unas características tan marcadas propias de un derbi. Anoeta se ha quedado pequeño ante la solicitud de entradas registrada -apenas se han quedado sin vender algunas por su alto precio-, y cantidad de aficionados rojillos darán en el colorido el contrapunto al dominante blanquiazul. Además no falta el morbo de saber cómo recibirá Anoeta a los jugadores de Osasuna tras lo sucedido en la temporada del descenso realista y los dos equipos son en estos momentos rivales directos dentro de su primer objetivo de la permanencia.
La Real quiere dejar de serlo hoy porque una victoria suya ampliaría hasta los nueve puntos su diferencia sobre Osasuna, permitiría encarrilar con 31 la continuidad en la máxima categoría y plantearse el objetivo del séptimo puesto que conduce a Europa. El Sevilla comenzaba la jornada con esa puntuación y los cuatro próximos partidos -tres en casa ante Osasuna, Mallorca y Levante- determinarán si la Real puede aspirar a más.
Tendencias muy marcadas
El cuadro rojillo intentará evitarlo para romper así su racha como visitante. Osasuna es con diferencia el equipo de Primera que menos puntos suma esta temporada en sus salidas, dos en once visitas.
El siguiente peor visitante tiene el triple, seis puntos, y ésa es la principal causa por la que los de José Antonio Camacho se encuentran al borde de la zona de descenso, porque sólo los seis primeros clasificados han sumado más en casa. Además el problema viene de lejos, ya se ha cumplido un año desde el último triunfo en Villarreal, el 31 de enero de 2o1o.
La Real es, por contra, un equipo fuerte en su casa, donde ha ganado todos los partidos menos los jugados contra equipos de un presupuesto muy superior -Real Madrid, Atlético, Valencia y Sevilla-. Además, en todos ellos mereció más. Es por ello un enfrentamiento entre tendencias marcadas que los blanquiazules querrán mantener y los rojillos, romper.
Para conseguir su objetivo, Lasarte deberá encontrar la fórmula para cubrir la baja de un jugador como Prieto que tiene características únicas y es clave en su equipo, no sólo por lo que aporta con el balón en los pies, también porque su cabeza es la referencia que busca sistemáticamente la Real para sacar el balón con un juego directo.
Ninguno de sus posibles sustitutos puede hacer el mismo trabajo, pero la Real ya supo resolver bien su baja el año pasado. En principio, Sarpong es el recambio natural, pero también un interior zurdo, Estrada e incluso Aranburu pueden jugar en esa posición.
Lo que parece seguro, a tenor de la convocatoria, es que De la Bella volverá al lateral izquierdo y Mikel González al centro de la zaga salvo que Lasarte dé la primera titularidad a Demidov. El noruego desbanca a Labaka, que pasa de ser titular en los últimos partidos a la grada porque fue el único descarte de Lasarte por decisión técnica.
El técnico uruguayo buscaría así más profundidad ofensiva por la banda izquierda con el catalán, ante la pérdida de nivel en la derecha con la baja de Xabi Prieto. Además esperará que la suplencia tenga en el lateral los mismos efectos de la temporada pasada, cuando perdió la titularidad siendo un jugador y volvió siendo otro distinto.
Sergio, baja de última hora
Al contratiempo ya conocido de Aranda, Osasuna tuvo que sumar una baja inesperada y de última hora. Sergio había cubierto prácticamente todo el entrenamiento matinal con normalidad cuando se vio obligado a abandonarlo en el tramo finalde manera imprevista.
El parte médico únicamente especificó que el jugador asturiano se había resentido de unas molestias en la parte posterior de su muslo izquierdo, pero resultó bastante más clarificador al considerarlo baja y caerse de la lista. Mañana será nuevamente valorado y se decidirá el tratamiento de recuperación.
Lolo o Josetxo aspiran a sustituirle en el eje de la defensa, aunque no es la única duda. En principio, Masoud va a ser de la partida, pero no está claro si jugará en el carril derecho, con lo que Leka saltará en punta, o el iraní será quien esté en vanguardia, con lo que será Coro quien hará las veces de volante.
El técnico rojillo, José Antonio Camacho, es consciente de que el encuentro no va a ser uno más, pero ese aliciente añadido puede ser un factor a favor de cara a los intereses navarros, a juicio del preparador murciano. «A todos los sitios donde voy siempre hay pique con Osasuna y eso en el fútbol es hasta bueno», indicó el de Cieza.
Por poner un ejemplo similar, en la sala de prensa de Tajonar se le preguntó al mister osasunista por el duelo que ya se vivió en San Mamés en la primera vuelta. «Ya me gustaría que jugáramos con la misma intensidad que en Bilbao. Porque la mala suerte no te va a acompañar siempre. Nosotros la buscamos en ese partido, pero no la encontramos. La intensidad fue grandísima. Y en San Sebastián tiene que ser muy parecida», reclamó.
Claro que la formación navarra llegará a Donostia con sensibles bajas en defensa y en ataque, ausencias que Camacho confió en que no tuvieran una trascendental repercusión. En principio, Sergio no entró en la convocatoria porque «es un jugador que suele ser habitual, tiene unas molestias y no queremos arriesgar porque no sabemos si va a ir a más o no» y en cuanto a la incomparecencia de Aranda, trató de restarle importancia al asegurar que «no creo que se note mucho a un partido, lo que hace falta que el que salga le meta la misma intensidad que la Real».
Por contra, podrá disponer de los dos iraníes, que declinaron ir convocados con su selección, un gesto que les ha reportado la titularidad en Anoeta, ya que «si se hubieran ido seguramente no habrían jugado», reconoció el míster rojillo, y se contará con el plus añadido de dos mil gargantas en la grada del estadio donostiarra, algo que «siempre es bueno, el estar rodeados de los tuyos».
El reto es, y se ha prolongado por espacio de un año, obtener de una vez por todas un triunfo lejos de El Sadar. Camacho es consciente de que «necesitamos ganar porque, en caso contrario, habrá nervios» y de la importancia del encuentro, que cada vez «es mayor porque te vas acercando al final. Estamos diez equipos metidos y el que pierda estará oyendo toda la semana qué entrenador va a venir».
Pese a la mala racha foránea, el técnico trató de destilar optimismo ante una nueva visita, en la que «si no ganamos es porque estamos teniendo problemas sobre todo en la estrategia. Pero en el juego el equipo ha dado la cara sin esconderse atrás, vamos a buscar al contrario. Si sigue así el equipo terminará por encontrar la victoria», que en este caso sería ante un rival «con un carácter muy disciplinado, que le mete muchísima intensidad a los partidos y por eso están ahí, en una situación relativamente cómoda. Trabajan muchísimo y ello se traduce en resultados», destacó Camacho. N.M.