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«Podemos ser turistas más responsables si viajamos sin dejar nuestra ética en casa»

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Carlos BUJ
Especialista en Turismo Responsable

Especializado en Turismo Responsable en el ICRT (Leeds), este inquieto zaragozano tiene experiencia turística en el Estado español, California, Alemania, Arabia Saudí y Noruega. Mantiene el portal turismo-sostenible.net donde se analiza el turismo desde una perspectiva responsable.

Joseba VIVANCO |

``¿Cómo viajar de una manera más responsable?» es el título de la charla que este inquieto viajero ofreció en Gasteiz, invitado por la Asociación para la Promoción del Turismo Responsable Bidaietiko, creada hace menos de un año y que apuesta por la necesidad de promover una mayor sensibilización y concienciación, por parte de los viajeros y turistas, en relación al lugar de destino, la cultura local y las personas de otros pueblos. En la capital alavesa funciona ya una agencia dedicada a estas propuestas de viajes más `sostenibles', Agrotravel.

Turismo sostenible, responsable, ¿de qué hablamos?

Hablamos, simplemente, de un turismo respetuoso con su entorno natural, que contribuye al desarrollo local y es sensible con las particularidades de la cultura local.

Dígame un ejemplo de un destino de lo que es y no es turismo responsable...

Más que un lugar u otro, importa el tipo de vacaciones. Sin salir de la República Dominicana podemos ir unos pocos días a un hotel de propiedad extranjera a tostarnos al sol. En ese tipo de vacaciones apenas tenemos contacto directo con la población y estamos alienados de la realidad local en nuestra burbuja. En cambio, ya que nos vamos tan lejos y en avión, podemos darnos más tiempo, quedarnos en alojamientos locales y abrirnos a conocer la cultura dominicana sin intermediarios.

A alguien como usted, ¿a qué le sabe el recurrido viaje de placer a la Riviera Maya?

Me sabe a Big Mac vacacional.

Masificación que quizá haga que muchos busquen cada vez más lugares menos turísticos...

La mayor parte del turismo se concentra en unos pocos lugares accesibles y de interés, dando lugar a que en Semana Santa nos encontremos con nuestro vecino de arriba en París. Pero, en realidad, hay muchos lugares con potencial donde apenas hay turismo. Algunos ejemplos son Paraguay, África, Asia Central y más cerca Teruel, Soria...

¿Cómo podemos ser turistas más responsables?

Podemos serlo siendo más conscientes de la realidad social y cultural que visitamos. Debemos evitar viajes-relámpago y darnos la oportunidad de conocer mejor a los lugareños y, por ejemplo, para eso el tren es ideal. También podemos intentar contribuir al desarrollo local eligiendo alojamientos, productos y guías locales. O en la naturaleza tener el mismo cuidado que en casa. Y, por último, hay que evitar dar regalitos a los niños, ya que contribuimos a la mendicidad. En fin, que podemos serlo yéndonos de viaje sin que nuestra ética se quede en casa.

Quizá el caso de Túnez, habitual destino de sol y playa y hoy en plena convulsión política y social, sea paradigmático de lo que afirma...

Pues me imagino que la mayoría de quienes han ido a Túnez de vacaciones todo incluido están sorprendidos de que el Túnez real no se corresponda con el Túnez que han visto. De haber viajado de otra manera más cercana a la realidad, esta revuelta no nos habría pillado tan de sorpresa.

El turismo rural... ¿tiene también su lado insostenible?

El turismo rural no es necesariamente sostenible. A veces, las casas rurales están desconectadas del lugar donde se ubican o tienen malas prácticas ambientales. Todo turismo puede ser más responsable.

Esta filosofía de turismo que usted predica, ¿se dirige quizá a un sector muy concreto y minoritario del turismo?

Como en el comercio justo hay gente más sensible que otra. De todas formas, un viaje responsable es más agradable y rico para cualquiera.

Usted realizó un documental titulado «El lado oscuro del turismo». ¿Cuánto de oscuro tiene?

El turismo tiene impactos sociales, económicos y medioambientales negativos que se se han ignorado. Le nombraré algunos: dependencia económica, inflación, presión sobre los ecosistemas, alto consumo de recursos públicos, prostitución, mendicidad, pérdida de la cultura local...

Aquí, ciudades como Donostia o Bilbo se están convirtiendo en referentes turísticos. Los habitantes de muchos de estos destinos europeos, se quejan de que también les repercute negativamente. Por ejemplo, los precios del comercio y hostelería suben...

Efectivamente, la inflación turística es un problema invisible pero real que puede incluso acabar expulsando a los lugareños a la periferia, dejando en los lugares turísticos un bonito decorado ajustado a las necesidades y expectativas de los turistas. Otros problemas son la masificación de los lugares públicos, el ruido, la suciedad...

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