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Los firmantes de Gernika ultiman las gestiones para reunirse con EPPK

Los firmantes del Acuerdo de Gernika prevén iniciar en breve la interlocución con el Colectivo de Presos Políticos Vascos con objeto de conocer de primera mano sus reflexiones y demandas, y hacerlos así partícipes del proceso. Ainhoa Etxaide, Oskar Matute y Maider Karrere son los designados para entablar esta relación y están ultimando ya las gestiones para arrancar el diálogo. Ayer exigieron a los gobiernos de Madrid y París que «no pongan trabas» en esa tarea.

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Oihana LLORENTE | DONOSTIA

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, y la secretaria general de Gazte Abertzaleak. Maider Karrere. son los representantes designados por los firmantes del Acuerdo de Gernika para entablar la interlocución con el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK). Un diálogo que, como subrayaron, procurarán que sea «normalizada y digna».

Los tres representantes elegidos comparecieron ayer en Donostia para dar a conocer su intención de iniciar el contacto «cara a cara» y de «forma inmediata». Demandaron por tanto a los estados español y francés que «no pongan trabas» en esta dirección. El objetivo de este diálogo será, según las personas designadas para esta tarea, hacer que los presos y las presas sean parte activa de las soluciones.

Preguntada al respeto, la secretaria general de LAB indicó que los letrados han dado comienzo ya a los trámites y las gestiones necesarias para reunirse con los interlocutores e interlocutoras de EPPK en las próximas semanas.

Los movimientos que suscriben el Acuerdo de Gernika responden de este modo a la invitación trasladada por el Co- lectivo de prisioneros políticos en el comunicado fechado el pasado 25 de enero.

Ainhoa Etxaide, en euskara, y Oskar Matute, en castellano, sostuvieron, además, que la aportación que desde este colectivo pueden hacer al proceso en marcha en Euskal Herria es de «gran importancia». «EPPK debe tener una participación activa. Ésa es nuestra voluntad», sentenciaron.

«Lo que buscamos es poder escuchar de primera mano cuales son sus reflexiones y cuales son sus exigencias en torno a la situación que viven en las cárceles; y, en segundo lugar, hacer que sean parte activa de las soluciones, intentando, del mismo modo, ampliar el espectro de fuerzas comprometidas con el proceso de paz y de soluciones democráticas», señaló el portavoz de Alternatiba ante las preguntas de los periodistas.

Los firmantes del acuerdo, que recoge los mínimos democráticos necesarios para conseguir la normalización política en Euskal Herria, consideran que la colaboración de los presos políticos vascos es «imprescindible para que el camino de la paz y las soluciones democráticas sigan su curso».

Adelantándose a los hechos, Matute apuntó incluso que, si llegara el caso de que EPPK decidiera suscribir el Acuerdo de Gernika, los agentes firmantes lo valorarían de «manera positiva». «Cuantos más colectivos y agentes nos sumemos -sostuvo el dirigente de Alternatiba-, la capacidad para redoblar fuerzas ante el proceso de paz y normalización será más potente».

Ante la voluntad mostrada para mantener una interlocución permanente con el colectivo de presos y presas, Matute y Etxaide dirigieron sus exigencias a Madrid y París para que no obstaculicen esta relación. Recordaron, además, el importante papel jugado por los presos políticos en conflictos como el de Irlanda, Sudáfrica o Palestina.

La dispersión, una traba

En este sentido, Matute remarcó que en lo que respecta a los presos políticos vascos, la propia dispersión es en sí misma «una traba». «La dispersión, cruenta e ilegal, a la que son sometidos los presos y presas, se traducen en los miles de kilómetros que deben hacer los familiares semanalmente. Ahora somos nosotros y nosotras las personas que haremos el camino que traza desde Huelva a Bretaña», censuraron en nombre de los firmantes de Gernika.

En la comparecencia mostraron su repulsa a la actual política penitenciara y consideraron «imprescindible» acabar con ella ante la nueva situación abierta en Euskal Herria. «En el camino del proceso que se ha abierto, solicitamos a los dos estados que eliminen las trabas en el camino de la paz y de las soluciones democráticas, entre ellas, la política penitenciaria que se les aplica a las personas presas políticas vascas», concluyeron.

A finales del pasado año, el Colectivo avanzó en un comunicado su intención de activar su interlocución y de tomar inicia- tivas en el nuevo contexto político abierto en Euskal Herria. Un mes después, el 25 de enero, otro comunicado de EPPK valoraba la importancia del Acuerdo de Gernika y proponía una dinámica de relaciones a los firmantes de dicho acuerdo.

Ahora, haciéndose eco de esta petición, los firmantes del Acuerdo de Gernika han definido su representación y ultiman las gestiones para acudir a las cárceles y para dar así comienzo a la interlocución. «Sólo aspiramos a tener y mantener una interlocución, algo que a día de hoy es imposible», sentenciaba ante los medios de comunicación Oskar Matute.

Consideran que es el momento para acabar con las «situaciones extremas» de las cárceles

Maider Karrere, Oskar Matute y Ainhoa Etxaide, en nombre de los agentes firmantes del Acuerdo de Gernika, afirmaron que «llevar el proceso abierto hasta su fin deseable, así como solucionar el conflicto político, debe traer pareja la próxima y necesaria vuelta a casa de los presos, así como de los refugiados políticos».

En este sentido, y reafirmándose en lo expresado en el citado acuerdo en relación a los presos y presas políticas vascas, exigieron a los gobiernos español y francés pasos para la superación de las «situaciones extremas» que se dan a día de hoy en las cárceles españolas y francesas.

Reclamaron «sin ningún tipo de chantaje, ni condición» la excarcelación de los presos y presas que continúan en prisión pese a sufrir enfermedades graves e incurables. Otro de los puntos del acuerdo demanda la liberación de las personas que, atendiendo a la legalidad, deberían estar en la calle.

Oskar Matute y Ainhoa Etxaide también solicitaron el final de la «política de aislamiento y cadena perpetua», así como la desactivación de la política de dispersión, la cual consideraron «cruenta e ilegal».

Los representantes escogidos para desarrollar la interlocución con EPPK reiteraron que, como se recoge en el acuerdo «Bake bidean aterabide demokratikoen akordioa», el proceso puesto en marcha en Euskal Herria «a de llevarnos a una amnistía real y beneficiosa para la sociedad en su conjunto».

Consideraron, además, que en la nueva situación abierta en Euskal Herria es «imprescindible» acabar con la política penitenciaria en vigor e instaron a ambos estados a «eliminar las trabas en el camino de la paz». O. L.

EStado español

Anabel Egues, presa en la cárcel de Huelva, y Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, «Txikierdi», que se encuentra encarcelado en la prisión de Sevilla II, son los dos interlocutores de EPPK que se encuentran presos en el Estado español.

estado francés

El Colectivo de Presos Políticos Vascos también cuenta con dos interlocutores encarcelados en el Estado francés: se trata de Argi Perurena y Ramón Sagarzazu, la primera presa en Rennes y el segundo en Gradignan.

 
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