El Sadar disfrutó, con goles y buen fútbol, de las nuevas maneras instauradas por José Luis Mendilibar, pero al equipo todavía le queda un grave déficit que corregir. No gana lejos del estadio iruindarra desde hace más de un año, un hándicap que puede llevar al equipo a Segunda si no se corrige de inmediato.

Osasuna encara cinco jornadas trascendentales para su lucha por la permanencia -Levante, Deportivo, Málaga, Racing y Hércules-, sin mucho más margen para seguir fallando en sus desplazamientos. Una victoria en el Ciutat de Valencia no sólo mitigaría el nefasto bagaje foráneo, sino que pondría de manifiesto lo mal que se estaban haciendo las cosas hasta este momento.

Por primera vez en mucho tiempo, la escuadra navarra demostró que también tiene velocidad para salir a la contra, un arma de la que hasta ahora no ha hecho gala en sus salidas. Esa variante y la presión adelantada que exhibió el equipo frente a los periquitos pueden, al menos, aportar nuevas opciones para sorprender al contrario, frente a la formación previsible de la anterior etapa.

Los rojillos regresan hoy al tajo -Tajonar, 10.30- con la duda de si el técnico osasunista mantendrá el mismo once que con tanta solvencia se impuso al Espanyol u optará por algún tipo de variación, dado que hombres otrora básicos para Camacho como Sergio o Aranda estarán a disposición del de Zaldibar.

Visita y cómic

Osasuna iniciará una campaña de visitas guiadas a El Sadar, donde se mostrarán las instalaciones y la historia rojilla, todo ello a cargo de jugadores veteranos de la escuadra navarra. Junto a ello, a todos los visitantes se les ofertará un cómic al precio de cuatro euros -ocho en diferentes establecimientos de la capital iruindarra-, en el que se cuenta la historia de un joven de la cantera, Iñigo, que llega a jugar en el primer equipo.

En otro orden de cosas, el encuentro correspondiente a la vigesimoséptima jornada liguera que enfrentará a Málaga y Osasuna se disputará el próximo día 6 de marzo, domingo, a partir de las 17.00 en el estadio de La Rosaleda.