EA rechaza cualquier proyecto de fusión que convierta a las cajas en un banco
EA advirtió ayer de que no apoyará una fusión de las cajas que las convierta en un banco. Asimismo, criticó el decreto del Gobierno español que empuja a la bancarización o la ley de cajas que quiere aprobar Lakua. También ELA, Aralar y EB rechazaron la privatización.
GARA
Tanto el decreto del Gobierno español sobre las cajas de ahorro como la polémica sobre los proyectos de fusión de las cajas vascas han suscitado la preocupación sobre los riesgos de privatización de estas entidades. Eusko Alkartasuna subrayó ayer su apuesta por la fusión plena de las cajas y rechazó «opciones intermedias que, además, supondrá concluir con la privatización de las entidades públicas», en referencia a la denominada «fusión fría». Por ello, advirtió al PNV que sus consejeros no apoyarán una fusión que prevea una bancarización de estas entidades.
«Las `fusiones frías' son un modelo agotado que terminan inevitablemente en la bancarización de entidades públicas, con las consecuencias que ello tiene para los trabajadores y la obra social», afirmó.
A su juicio, «el `pim, pam pum' político está retrasando la opción lógica y deseable que es la fusión de las cajas. Finalmente, criticó que BBK compre Caja Sur en lugar de salvar a la CAN y ésta, a su vez, se una a un grupo bancario «ajeno a sus intereses» EA también consideró un error la propuesta de Madrid de forzar a las cajas a abrirse a la banca privada.
ELA, contra la privatización
En el mismo sentido, ELA denunció que el decreto ley que exige a las cajas un mínimo de 10% de capital básico supone «una cuenta atrás que les llevará a que su salida a bolsa sea prácticamente su única opción», es decir, su privatización.
Subrayó su oposición a la bancarización de las cajas que, a su juicio, es el objetivo de las presiones de la banca privada y del Banco de España.
Recordó que las cajas hasta ahora se han distinguido de los bancos por ser entidades sin ánimo de lucro y por su objetivo de apoyar a las clases más desfavorecidas y el desarrollo integral de su territorio, frente a los bancos que destinan sus beneficios a sus accionistas.
Por ello, apostó por «una fusión de BBK, Vital y Kutxa (sin renunciar a la inclusión de CAN) que corrija el rumbo neoliberal tomado y consolide el carácter social del proyecto de cajas de ahorro, así como el compromiso con el desarrollo económico y social de Euskal Herria». También Aralar denunció el intento del Gobierno español de hacer desaparecer el actual modelo de las cajas para «impulsar el de los grandes bancos». Por ello, ha presentado una proposición en el Parlamento de Gasteiz, en la que se insta a esta institución a rechazar cualquier normativa que suponga la bancarización de estas entidades y a defender su carácter social.
La portavoz de Aralar en la Cámara, Aintzane Ezenarro, denunció además que la reforma de la ley de cajas del Ejecutivo de Lakua «se esté debatiendo únicamente en dos o tres despachos de los partidos más grandes de Euskadi y a espaldas de las instituciones».
Igualmente, el coordinador general de EB, Mikel Arana, emplazó a PSE, PNV y PP a que «abandonen sus luchas de poder» por controlar las cajas de ahorro y centren sus energías en posibilitar la fusión de BBK, Kutxa y Vital para contar con «una entidad financiera potente» que haga frente «a la amenaza de privatización que impulsa el Gobierno de Zapatero».
El PNV, sin cuestionarse la privatización, insistió ayer en la disputa que mantiene con el PSE por la representación en las cajas. El parlamentario jeltzale Ricardo Gatzagaetxebarria afirmó que la reforma de la ley de cajas debería ser el «caparazón legal y político» de la fusión entre BBK, Kutxa y Vital
Gatzagaetxebarria criticó que el objetivo de la nueva ley ahora no sea éste, sino recortar la representación en las asambleas de los municipios y entidades fundadoras hasta el 29%, del 40%, y defendió la representación de su partido porque su presencia en los ayuntamientos se la ha dado «la confianza política» de los ciudadanos y que eso no se puede «desnaturalizar» en los órganos de las cajas.
EA criticó que las fusiones frías son «un modelo agotado que terminan inevitablemente en la bancarización» de las cajas, con la pérdida de su carácter social.
La agencia de medición de riesgos Standard and Poor's (S&P) ha elogiado la reestructuración de las cajas del Estado español, pero considera preocupante que algunas de las entidades más débiles se hayan unido en grupos que podrían necesitar más recursos para cumplir con las nuevas exigencias de capital. En un informe difundido ayer, S&P consideró que algunas de las integraciones de cajas «no son el resultado de la mejor combinación posible», sino más bien, de ciertos intereses políticos. Por eso lamentó que entidades fuertes como Kutxa se hayan mantenido al margen de la reordenación, así como que las instituciones «más sólidas» no estén liderando los esfuerzos de consolidación. S&P cree «razonable» el cálculo del Gobierno de que las necesidades de capital del sistema financiero no superarán los 20.000 millones, aunque da por descontado que el Estado tendrá que entrar en el capital de varias entidades. Para el resto de ellas, augura que probablemente entrarán en su capital bancos estatales y extranjeros. GARA
El sindicato ELA también apostó por una fusión de las cajas vascas que corrija el rumbo neoliberal que han tomado y consolide su carácter social.