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NUEVA FASE POR UN ESCENARIO DEMOCRÁTICO

Los firmantes trabajarán para lograr el cumplimiento total de Gernika

Cinco meses después de su firma, el Acuerdo de Gernika cerró ayer una fase y abrió otra. Cerca de 300 colectivos, entre los que destaca Kontseilua y organismos que trabajan por la memoria histórica o en el internacionalismo, se han sumado a este consenso. A partir de ahora trabajarán para el reto de lograr el cumplimiento total del acuerdo, y en este camino censuran que el Estado español siga poniendo «palos en las ruedas de una situación sin vuelta atrás».

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Ramón SOLA |

Joxe Mari Gorroño, alcalde de Gernika, volvió ayer a coger en sus manos el texto del Acuerdo que suscribieron solemnemente una treintena de organismos el 25 de setiembre y lo llevó al frontón Atano III de Donostia, donde se certificó la ampliación de este compromiso. Tras cinco meses en los que se ha llevado a cabo una extensa labor de socialización, cerca de 300 colectivos de todo tipo se han sumado ya a los primeros firmantes. Evidentemente, por cuestiones de operatividad no todos estuvieron en Donostia, pero sí una veintena que destacan por su dimensión o su trayectoria.

Es el caso de Kontseilua, el consejo de los organismos sociales del ámbito del euskara, de cuya mano llega además una ampliación del contenido de este acuerdo. Paul Bilbao, su secretario general, se encargó de leer el párrafo que se añade y que hace referencia a los derechos lingüísticos. Con él, los firmantes de Gernika se comprometen a reivindicar también el marco jurídico que requiere la lengua.

Pero la ampliación del consenso no sólo se produce en términos cuantitativos o de contenido, sino que atañe sobre todo a la apertura de una nueva fase. Su difusión se ha producido en cinco meses en los que se ha constatado además «un giro importante en el panorama político vasco, esto es innegable. Los pasos dados durante el último año han cambiado el escenario hasta un contexto sin vuelta atrás, en el que la ansiada paz se puede tocar con las palmas de los manos y la normalización es un objetivo cada vez más compartido por la sociedad».

«Exigencias de la mayoría»

Así consta en la declaración leída al final del acto en las tres lenguas del país por otros tantos representantes de los colectivos firmantes. Se destaca que ahora «ha llegado el momento de trabajar para que el documento de Gernika se lleve a la práctica, para que sus postulados, que son exigencias claras e incontestables de la inmensa mayoría de la sociedad vasca, se hagan realidad».

Para ello, se apunta que este Acuerdo de Gernika tiene una «potencialidad principal», a saber «la renuncia de los firmantes a la búsqueda del rédito político en el camino para conse- guir la paz y la normalización. Consideramos que son dos principios que deben alcanzar al conjunto de la sociedad, a todos y todas sea cual sea nuestra ideología y situación personal. También a las personas presas, para las cuales exigimos que se respeten todos sus derechos, cesando la política penitenciaria actual».

Cada alusión a los prisioneros fue recibida con aplausos por el público que llenó el Atano, así como el agradecimiento final al mensaje enviado por Euskal Preso Politikoen Kolektiboa y que publicó ayer GARA.

ETA y el Estado

El mensaje de los grupos de Gernika cita también que en este tiempo se ha producido «un paso positivo y de indudable valor»: la declaración de alto el fuego permanente, general y verificable de ETA, el 10 de enero. Era uno de los requisitos fijados el 25 de setiembre en el acuerdo.

Apuntaron por tanto que ahora «también otros agentes deben caminar hacia el cumplimiento de las demandas con- tenidas en el Acuerdo de Gernika» y señalaron expresamente al Estado español, «que ha tratado de ignorar el nuevo escenario vasco, y ha continuado aplicando una política represiva que sólo trata de poner palos en las ruedas de una situación sin vuelta atrás».

Añadieron otro subrayado: «Es la sociedad la que da legitimidad a la nueva situación, las miles de personas que han salido a la calle para reivindicar los derechos de las personas presas, la legalización de todas las opciones políticas... La respuesta de la ciudadanía a toda iniciativa que tenga por objetivo consolidar el cambio político tiene la virtualidad de blindar el proceso y darle la legitimidad que necesita».

Algo más adelante, la declaración vuelve a remarcar la importancia de este apoyo social: «Paz y respeto de todos los derechos humanos, sociales, civiles y políticos para todas las personas. Estas dos premisas resumen los objetivos del Acuerdo de Gernika, y somos conscientes de que es imposible alcanzarlos sin la participación de la sociedad». Se saludó especialmente la marcha que recorrió Bilbo por la legalización siete días antes.

Colectivos de todo tipo

El acto se centró en el contenido del Acuerdo y resultó algo pesado por la necesidad de estampar las firmas, usar tres idiomas en la declaración final o ir traduciendo las intervenciones de los dos eurodiputados flamencos.

Acudieron los principales representantes de los firmantes. Por citar algunos nombres, Rufi Etxeberria y Jon Goirizelaia en nombre de la izquierda abertzale, Pello Urizar por EA, Patxi Zabaleta y Rakel Ubera por Aralar, Mertxe Colina por AB, Oskar Matute por Alternatiba, Ainhoa Etxaide por LAB...

Entre quienes pusieron su firma ayer había también caras muy conocidas, como la del citado Paul Bilbao, la de Joxe Iriarte Bikila en representación de Zutik, o la del ex parlamentario navarro Pablo Lorente, que lo hizo en nombre de Euskal Komunistak-PCPE.

Debido a la cantidad de colectivos que se adhieren, sólo una pequeña representación apareció en el estrado, y el nombre del resto se fue proyectando en una pantalla. Entre ellos hay de todo: grupos culturales, montañeros, antimilitaristas, ecologistas, antifascistas, colectivos que trabajan contra la exclusión social, peñas de fútbol, grupos de estudiantes, sociedades gastronómicas, algún comité de empresa, grupos de padres y madres de alumnos, colectivos de artesanos, organizaciones de consumidores, equipos de diferentes deportes, grupos de música, sociedades tan conocidas en sus ciudades como Kafe Antzokia o Zaldiko Maldiko...

Entre las diversas intervenciones se intercalaron algunas danzas y bertsos, que corrieron a cargo de Uxue Alberdi, Julio Soto y Aitor Mendiluze. En la pared trasera del frontón lucía el famoso cuadro de Pablo Picasso que ha tomado como símbolo este Acuerdo de Gernika.

Antes de concluir, la presentadora del acto remarcó que este consenso en favor de un nuevo escenario pacífico y democrático supone «el mejor legado que podemos dejar a las generaciones posteriores», una afirmación saludada con aplausos por las personas que llenaban el frontón donostiarra.

«Apoyar esto es un deber de los demócratas europeos»

Dos eurodiputados flamencos intervinieron en Donostia. Erik Defoort lo hizo como presidente del grupo Alianza Libre Europea (ALE), y no dudó en afirmar que apoyar esta dinámica «es un deber para todos los demócratas europeos». En un discurso en francés traducido al castellano, destacó el valor de este consenso y del paso de la izquierda abertzale con la creación de Sortu, que calificó de muestras de «grandeza moral y democrática» y de «sabiduría estratégica». Aseguró que «se os aplaude desde muchos rincones del mundo», pero también avisó de que «en el seno de la ALE decimos claramente que tenéis la obligación de perseverar en esa dirección».

También habló -esta vez en inglés traducido al euskara- Frieda Brepoels, que en su día presentó la Declaración de Bruselas junto a Brian Currin. Se mostró tan segura como él de que la comunidad internacional apoyará este proceso. R.S.

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