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La protesta de T�nez arrolla tambi�n al sustituto de Ben Ali

El primer ministro del Gobierno de transición tunecino, el hombre encargado de sostener a la dictadura tras la huida del dictador Ben Ali, Mohamed Ghannouchi, anunció ayer su dimisión en una conferencia de prensa. «He decidido dimitir de mi cargo de primer ministro, una decisión adoptada con la conciencia tranquila y necesaria para el bien de Túnez», afirmó Ghannouchi, cuya permanencia al frente del Ejecutivo ha sido fuertemente contestada en el país.

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Jose Angel ORIA I

La permanencia de Ghannouchi al frente del Ejecutivo ha sido fuertemente contestada en el país magrebí en las últimas semanas por los sectores más activos durante las protestas que precipitaron la huida de Ben Ali el 14 de enero, que veían cómo figuras del viejo régimen se ponían el disfraz revolucionario para seguir robando al pueblo: el pan, por un lado, y la esencia de la revolución, por el otro.

Semanas de movilizaciones en el interior del país conquistaron pequeñas y limitadas victorias (nombramientos de benalistas que se vienen abajo tras las movilizaciones), hasta que la protesta se hizo fuerte otra vez en la capital, en la Qasba concretamente. Como en enero, cuando tras la caída de Ben Ali ese lugar se convirtió en el corazón de la revolución tunecina hasta que las nuevas «autoridades», con Ghannouchi al frente, traicionaron a los manifestantes y desalojaron la plaza.

El jefe del Gobierno aseveró ayer que «no se trata de una huida» de su responsabilidad, ya que ésta reside en «abrir la vía a otro primer ministro por el bien de Túnez, de su futuro y su revolución». Se resiste a quitarse el disfraz.

Asimismo, explicó que había meditado su decisión durante una semana y dijo no estar dispuesto a adoptar actitudes que «puedan originar pérdidas de vidas humanas». Con ello se refería implícitamente a los cinco muertos registrados el sábado en los enfrentamientos entre las fuerzas policiales y los manifestantes que reclamaban la salida de Ghannouchi del Gobierno.

El primer ministro dimisionario acusó a «grupos en la sombra», sin nombrarlos, de tratar de «debilitar el Gobierno y hacer fracasar la revolución». Esos grupos, agregó, son «una minoría, ya que la mayoría permanece silenciosa o sólo se expresa a través de Facebook», en referencia a la red social de internet.

También se preguntó por las razones que llevan a esos grupos a actuar como si «la caída del Gobierno fuese el principal objetivo de la revolución». Afirmó que aceptó continuar en el cargo tras la huida del país del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Ali, «para preservar la vida de los tunecinos y evitar un baño de sangre» y consideró que Túnez necesita aún tiempo para concretar el objetivo de la democracia.

Además, señaló que el presidente interino, Fuad Mebaza, deberá anunciar esta misma semana la agenda y el calendario de las elecciones previstas para, como máximo, mediados de julio. Mohamed Ghannouchi continuó al frente del Gobierno tunecino tras la huida del país el pasado 14 de enero de Ben Ali, con quien había estado cerca de diez años en el cargo.

El presidente interino de Túnez, Fuad Mebaza, anunció horas más tarde el nombramiento de Beji Caïd Essebsi como nuevo primer ministro interino. Essebsi es un veterano político que ya ocupó el cargo de ministro de Exteriores entre 1981 y 1982, durante la presidencia de Habib Burguiba, primer presidente del Túnez independiente.

«Es el primer paso»

Los manifestantes acampados en la Qasba, centro histórico de la capital tunecina, han anunciado que proseguirán con la protesta pese a la dimisión de Ghannouchi. La acampada, que dura ya una semana, seguirá adelante, ya que consideran que dicha dimisión es «sólo un primer paso» para la consecución de sus demandas, según recoge la agencia de noticias oficial tunecina, TAP.

Los manifestantes, procedentes de distintos puntos del país, celebraron la noticia de la renuncia de Ghannouchi, aunque muchos consideran esta medida insuficiente.

El campamento fue levantado en el centro histórico de Túnez el domingo 20 de febrero y ha subsistido gracias a las donaciones de alimentos y material de abrigo de los propios vecinos de la capital, según ha explicado un portavoz de la protesta, Taieb Bu Aïcha.

Un joven falleció ayer en los choques que tuvieron lugar en la capital tunecina entre la Policía y grupos de manifestantes, informaron a Efe fuentes de la oposición. El fallecido se llamaba Abdelbazik Katawi, originario de la región de Sidi Bouzid (localidad donde residía Mohamed Bouazizi, quien quemándose a lo bonzo el 17 de diciembre desencadenó la revolución tunecina), y su cadáver fue trasladado al hospital militar.

De confirmarse oficialmente esta información, se elevaría a seis la cifra de muertos en los enfrentamientos que el sábado y ayer mantuvieron prácticamente paralizado el centro de la capital tunecina.

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