Las razones por las que algunos presentadores se acumulan en nuestro paseo por la TDT forma parte de esos misterios que habitan en los designios programáticos. Carlos Sobera puede ser uno de los casos más paradigmáticos de este pluriempleo, cosa que es muy buena para su economía, muy mala para cada una de las cadenas que lo contratan, y a la corta o a la larga se puede producir un cansancio del presentador. Anne Igartiburu es otra de las que ha estado apareciendo durante algún tiempo en varios programas rutinarios y en especiales, y este domingo se incorporó a este plantel de acaparadores de horas de tedio televisivo otro presentador vasco: Julian Iantzi con «El conquistador del fin del mundo» en ETB y «Billete a Brasil», en Cuatro. Casi simultáneamente, pero en cualquier caso ocupando demasiado espacio, generando confusión, cansancio, ya que si nos atenemos a los números, la opción vasca funciona, sigue funcionando, pero en la de la cadena recién absorbida por Tele 5, sus resultados, tanto en Euskadi, como en el cómputo general del Estado, fue un desastre de audiencia de tal magnitud que de mantenerse en esos números parece más que lógico que en breve esta conjunción de programas puede ser solamente un recuerdo.

Otra cosa es el amontonamiento de estrellas de Tele 5, que aunque cueste escribirlo, va Belén Esteban, hace un cameo en «Aída» y le da un subidón de audiencias. Ha vuelto la serie, con buen pulso y buena recepción general, pero la entrada de este producto televisivo dotaba al capítulo de otra lectura, como una suerte de manual para triunfar en la televisión, unos consejos de supervivencia mediática, que, a su vez, colocado el capítulo de marras en coincidencia con «Princesas de barrio» de La Sexta, nos proporcionaba otra paradoja: ¿No es precisamente Aída y sus personajes más creíbles que esas muchachas aparentemente normales de la serie semi documental de La Sexta? Desde luego el original, la Esteban, es bastante mejor, incluso metida en una ficción, que sus copias. Ya digo, amontonados los programas, los personajes, los mensajes, solamente nos falta ver el resultado de la investigación judicial en el caso AR.