Un agente de la Guardia Civil se sentó el lunes en el banquillo de los acusados por propinar una paliza al preso político vasco Harkaitz Agote en el transcurso de un traslado penitenciario. El movimiento pro amnistía informó, mediante una nota, de que el juicio se celebró este lunes en un Juzgado de Badajoz.

Los hechos se remontan a febrero de 2009, cuando los presos políticos vascos Harkaitz Agote y Andoni Otegi denunciaron haber sufrido palizas e insultos durante sendos traslados de prisión.

Agote, natural de Donostia, denunció haber sido agredido en el traslado desde la prisión de Huelva a Valdemoro, pasando por las cárceles de Sevilla y Badajoz. El preso donostiarra recibió golpes en la cabeza y en los tobillos durante todo el viaje, y según su denuncia, fue insultado constantemente y ni si quiera le dieron de comer.

Otegi también denunció que le pegaron en la cabeza y en los tobillos durante veinte minutos dentro del furgón que debía trasladarlo de Valdemoro a Cáceres.

Ambos presos denunciaron la agresión sufrida en manos de agentes de la Guardia Civil e indicaron que estas se produjeron delante de funcionarios. Pese a que la denuncia de Otegi fue desestimada, la de Agote ha llegado a juicio y según precisa la nota del movimiento pro amnistía, la sentencia contra este agente de la Guardia Civil se conocerá en breve.

Por otro lado, Etxerat informó ayer de que debido a los cacheos humillantes a los que continúan sometiendo a los familiares de los presos políticos vascos se han perdido algunos vis a vises en enero y febrero.

En la cárcel de Jaén son más de 270 los vis a vises perdidos por este motivo desde que se impuso la medida, en noviembre de 2009. Los vascos allí encarcelados siguen con la dinámica de lucha contra los cacheos y todos los meses realizan encierros que van rotando de módulo en módulo.