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Campeonatos de Europa en pista cubierta

Agirre pone a prueba su confianza en París

La saltadora de pértiga donostiarra ha recuperado su potencial físico y ahora busca un estímulo que le permita recuperar terreno en las alturas.

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Miren SAÉNZ

Naroa Agirre, curtida en mil batallas atléticas, afrontará el sábado a las nueve de la mañana la calificación del salto con pértiga. En el precioso Palais Omnisports de París-Bercy espera recuperar esa chispa que antes le acompañaba cada vez que ponía los pies en un campeonato y últimamente, léase los últimos dos años, le ha abandonado.

Jon Karla Lizeaga, su entrenador y marido, le conoce como nadie y dice que físicamente está mejor que nunca. Restablecida de una hernia de disco que ya no le produce dolor, ha conseguido recuperar su espalda, también el nivel físico y ahora le falta volver a tener confianza.

Levanta más peso que nunca y está incluso más rápida, pero a la hora de coger las pértigas más duras, que le permitan acercarse a sus registros, se impone el subconsciente. «Hemos hecho los dos eslabones y ha aparecido un tercero con el que no contábamos. Psicológicamente no es la de antes. Sigue teniendo las mismas ganas y eso es importante, pero el deporte de alta competición es complicado, no basta con esto. Hay que estar al 100%», admite el técnico a sabiendas de la importancia de encajar todas las piezas.

Tiene medio kilo más de músculo que cuando batió su plusmarca personal y actual récord estatal, un 17 de febrero de 2007. Ese día consiguió elevarse hasta 4,56 metros, tras un invierno inolvidable de regularidad y registros, mientras este no ha superado los 4,30. Sin embargo, está muy fuerte. «Físicamente está tremenda, pero mentalmente no. En su cabeza hay algo que dice que no. No sabemos lo que va durar. Puede ser pronto o tardar un año, ¿quién sabe?», reconoce Lizeaga, que junto con su pupila, ha buscado ayuda especializada para intentar solucionar un problema inesperado.

«No sabes lo cerca que estás de alcanzar el éxito a menos que persistas. Eso es el deporte», recuerda Lizeaga, atleta desde los 14 y entrenador a partir de los 26, al que su experiencia con otros deportistas, entre ellos el golfista Txema Olazabal o el rider Ibon Idigoras, le han llevado por la dinámica del éxito y el fracaso, por la alegría y la tristeza con diferentes variables.

Así que a Lizeaga, aunque reconozca cierta preocupación, le gustaría apostar por una Naroa que pueda sentirse satisfecha. Lejos del tópico, no cree que se pueda disfrutar en una competición. Como al actor le atenazan los nervios, también en el foso son momentos llenos de tensión. «Allí se va a pelear, a luchar y salir orgulloso de la pista». Ése sería un buen resultado.

Las favoritas

Feofanova, Spiergelburg, Ryzih, Pyrek y Rogowska se pelearán por las medallas, aunque no Isinbayeva: un virus le ha impedido retornar a los grandes campeonatos.

LIZEAGA

«Estoy orgulloso de lo que ha conseguido Naroa y además de manera honesta. Es la típica deportista disciplinada y generosa, hasta el punto de que ha llegado a saltar muy dolorida».

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