Media docena de padres y madres de diferentes pueblos de las zonas «mixta» y «no vascófona» de Nafarroa fueron desalojados del despacho que el consejero Alberto Catalán ocupa en el Departamento de Educación del Gobierno de Nafarroa, con quien se habían reunido para pedirle que garantice el derecho a estudiar en euskara en todo el herrialde.

Catalán les comunicó que no va a atender esa demanda mientras no lo permita la ley. Los padres, que acudieron a la entrevista con el consejero junto con una representación de Sortzen-Ikasbatuaz, le recordaron que ya hay un pueblo incluido en la zona «no vascófona» (Noain), donde se imparte enseñanza en euskara, y le preguntaron si estaba «prevaricando».

La respuesta de Catalán fue que él no tenía «ninguna intención de hacer algo parecido» y que no se volverá a repetir una situación como la de Noain. Además, a preguntas de los padres, afirmó que el Gobierno no garantizaría el derecho a estudiar en euskara ni en caso de que lo solicite el ayuntamiento correspondiente.

Los padres argumentaron que no se ponen pegas para estudiar en inglés o en el modelo TIL en cualquier zona de Nafarroa, que las escuelas rurales se están quedando vacías y que hay riesgo de accidentes para cientos de alumnos que tienen que trasladarse diariamente a otras localidades para poder estudiar en modelos en euskara, con el coste económico que ello supone.

Aun así, el consejero mantuvo su cerrazón, y entonces los padres y madres decidieron no abandonar su despacho, a modo de protesta. Poco después, en torno a las 13.40, fueron desalojados por agentes de la Policía Foral sin que se produjeran incidentes, ya que no opusieron resistencia.

Durante el tiempo que duró el encierro, en el exterior del Departamento de Educación se realizó una concentración de solidaridad en la que tomaron parte otros padres y madres con las mismas reivindicaciones, así como representantes de ELA, LAB, STEE, EHE, AEK y otras organizaciones.