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El ojo sesgado de Buñuel toma nuevas formas desde la mirada de Marina Núñez

La artista palentina Marina Núñez inaugura esta tarde en la sala Rekalde bilbaina «Tapar para ver o el ojo vago», un inquietante repaso a toda su obra que en esta ocasión la relaciona con la película «Un chien andalou» de Luis Buñuel, también expuesta y que, tal como expresa la artista, «lucha contra el canon impuesto por la razón».

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Ane ARRUTI | BILBO

Inquietante, de impacto, perturbadora... Así es la obra de Marina Núñez (Palencia, 1966) que desde hoy hasta el próximo 15 de mayo se expone en la sala Rekalde de Bilbo. Miradas anómalas y ojos reproductivos se suceden en su obra de pintura, vídeo e infografías que la artista ha ido acumulando desde 1993. La muestra «Tapar para ver o el ojo vago» reúne una selección de diecinueve trabajos pero, además, establece una curiosa relación con la película «Un chien andalou» (Un perro andaluz, 1929) de Luis Buñuel y la imagen del ojo sesgado que ha quedado grabada en la retina de los espectadores de todo el mundo.

Es el caso de Iñaki Álvarez, el comisario de esta exposición, quien le propuso la idea a la artista. «Esa película a mí desde la más tierna infancia me traumatizó bastante y no le encontraba respuesta. Dado que los surrealistas no querían que se hicieran interpretaciones de sus trabajos, me pareció un mero hecho cruel y traumatizante», explicó ayer a GARA. «Pero con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que para mí era como la configuración de la ruptura con todo el bagaje histórico anterior. Una ruptura absoluta que abre una nueva esperanza, un mundo nuevo», añadió.

Al ver una de las piezas de Núñez, «Multiplicidad» (2006), Álvarez vio en ese vídeo de cámara fija el enlace posterior a la imagen del ojo sesgado, que «debería de ser a la película que en su día rodaron Luis Buñuel y Salvador Dalí». Por ello, después de la película con la que nos topamos en la entrada de la sala, la primera obra expuesta de la palentina es ésta en la que las pupilas se empiezan a regenerar, a fragmentar y a multiplicar. «Queremos generar experiencias, y sobre todo generar preguntas, no tanto respuestas», dijo Álvarez.

Contra el canon occidental

El visitante que acuda a la sala Rekalde se encontrará con una muestra poco habitual, que no obedece a los cánones a los que la gran mayoría está acostumbrada. «Toda mi obra va de esa lucha contra el canon que impone la razón y por eso hay una representación siempre de lo raro, lo anómalo, lo aberrante, de lo no canónico, de lo que no está establecido», explicó Núñez.

En esa corriente surrealista, donde mejor se siente la artista palentina, se reivindica contra la razón como algo excluyente. «A pesar de todas las críticas que ha habido contra la razón que ha definido al sujeto occidental, aún es necesario comentar que la razón es todavía algo excluyente. Hay ahí un conjunto de cosas que a nosotros nos agrada reivindicar, como el cuerpo, las pasiones, los sentidos, el deseo... Todo eso que ejemplifica la locura, que es el otro lado de la razón. En esta exposición late ese deseo de reivindicar los sentidos y el cuerpo».

Propone, de esta manera, otro punto de vista, subjetivo, haciendo incapié en lo «considerado diferente y por ello rechazado». La mirada occidental, según describe, «es una mirada fuera del cuerpo, que ordena el universo desde su punto de vista, y se cree que ese punto de vista marca la verdad. En cambio, ahora, lo que se propone desde muchos ámbitos como la filosofía, la literatura, el arte, es una mirada encarnada. Una mirada como un sentido que forma parte del cuerpo, subjetiva».

Ese punto de vista obliga a explorar otras miradas, «para entender algo quizá tienes que moverte y mirar varias veces, no una sola vez. Es una relación con el mundo totalmente distinta, mucho menos prepotente y mucho menos conquistadora».

Aunque no siempre sea así, en esta selección de obras ha coincidido que los modelos de las fotografías o varios de los guiños que realiza la artista sean hacia la mujer, proponiendo así una reflexión sobre el género. «Porque el feminismo ha sido uno de los movimientos que de una manera más clara ha desafiado el canon occidental», explicó. «Porque lo que parecía el canon universal, no era más que el canon del hombre, que era blanco, occidental, de clase media-alta, heterosexual... Por eso, el feminismo aunque no sea el tema, de fondo siempre está, es un bagaje fundamental en mi vida».

La muestra se cierra con la obra inédita «Desintegración», realizada expresamente para esta exposición. Es un vídeo en la que aparece un ojo que poco a poco se va transformando hasta convertirse en una partícula de ojo, acompañado de un sonido que aumenta la tensión.

Es la segunda vez que Núñez acude a Bilbo -la vez anterior expuso en el espacio Marzana- con una exposición individual. En su haber cuenta con una infinidad de muestras colectivas, entre ellas, participa en «San Sebastián. De lo sagrado a lo profano» que se puede visitar en la sala Kubo Kutxa de Donostia.

OBRA INÉDITA

«Tapar para ver o el ojo vago» se completa con el vídeo «Desintegración», una obra inédita creada expresamente para esta exposición que se inaugura hoy a las 19.30.

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