Exigen al Parlamento navarro abrir una comisión de investigación de la tortura
Electos y un abanico de agentes sociales, más amplio aún que el de firmantes de Gernika, presentaron ayer en Iruñea una iniciativa contra la tortura en la que reclaman la apertura de una comisión de investigación parlamentaria y el fin definitivo de esta práctica.
Aritz INTXUSTA
Las exigencias de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos, las medidas de garantía exigidas por Amnistía Internacional y el decálogo de Torturaren Aurkako Taldea (TAT) para la erradicación del maltrato constituyen los tres puntos básicos de unión sobre los que se sostiene la iniciativa contra la tortura que se presentó ayer en Nafarroa. Este movimiento nace con el fin de erradicar esta vulneración de los derechos humanos más fundamentales y, para ello, dará un paso al frente hoy mismo, registrando en el Parlamento navarro una comisión de investigación sobre las últimas denuncias registradas en Nafarroa, que han sido 17 en menos de seis meses.
La iniciativa contra la tortura se gestó dentro del acuerdo de Gernika, pero su voluntad es la de ir aglutinando más y más colectivos y abrirse a la sociedad. Para ello, ha desarrollado una moción para ser aprobada en los distintos ayuntamientos, y que los cargos electos también están llamados a suscribir a título personal. Decenas de consistorios navarros, como los de Zizur Nagusia, Leitza, Altsasu o Arbizu, ya han aprobado sumarse a esta iniciativa en sesiones plenarias. En Iruñea se votará el próximo viernes.
En la rueda de prensa de ayer participaron cargos electos de distintos municipios, agentes sociales y sindicales y el parlamentario de Eusko Alkartasuna Aitor Etxarri. Blanca Unzu y Maite Ezkurra se encargaron de leer el texto acordado. Ambas son concejalas de Burlata, donde el sábado pasado se vivió un tenso pleno cuando se debatió la moción contra la tortura. El alcalde de Burlata, José Muñoz, ordenó a los policías municipales desalojar la sala cuando varias personas del público se colocaron bolsas en la cabeza. «Tortura sois vosotros, hijos de puta», gritó el alcalde.
Unzu y Ezkurra describieron la tortura como «una de las expresiones más crueles de violencia que existen, y su práctica, además de suponer una gravísima vulneración de los más básicos derechos humanos, también es hoy uno de los principales obstáculos para la construcción de un nuevo escenario democrático que destierre toda la violencia». Asimismo, remarcaron que el maltrato no es «solo una decisión policial, ni siquiera es principalmente policial, sino que es una decisión política, al igual que su práctica».
El lunes, siguiente fecha clave
La presentación de la petición de una comisión de investigación en el Parlamento de Navarra se llevará a cabo hoy por la mañana. El solicitante será Nafarroa Bai, ya que tiene que ser presentada por un grupo parlamentario. Aitor Etxarri explicó que se utiliza esta vía porque dentro de la coalición ya hay dos firmantes del Acuerdo de Gernika, impulsor original de esta iniciativa abierta. Los tramites dilatarán la decisión sobre si la petición llega a Pleno hasta este lunes, cuando se convoque la Mesa del Parlamento. Este texto no sólo hace referencia a la necesidad de que se investigue qué les ha pasado a los 17 detenidos, sino que exige la aplicación de protocolos que garanticen de una vez por todas de que los derechos humanos se respetan los cuarteles y en todos los vehículos policiales.
Los miembros de la iniciativa contra la tortura mostraron su preocupación por las cuatro personas que siguen hoy incomunicadas, a raíz de la operación policial de anteayer en Bizkaia.
Las dos últimas personas a las que un tribunal ha reconocido que fueron brutalmente torturados son dos navarros, Igor Portu y Mattin Sarasola. Y nuevos casos siguen acumulándose en los juzgados.
Desde septiembre del pasado año, 17 personas han presentado denuncias por torturas. Todas ellas se produjeron en operaciones ordenadas por la Audiencia Nacional.
De las tres organizaciones que han postulado protocolos para la eliminación de la tortura, ONU, Amnistía Internacional y Torturaren Aurkako Taldea (TAT), quien ha realizado un trabajo más extenso y completo es ésta última. Las recomendaciones de este colectivo se centran en un primer momento en garantizar que no se materialicen espacios donde el detenido puede ser maltratado (eliminación de la incomunicación, grabación de todo el período de la detención, derogación de las leyes que restringen los derechos de los arrestados y el derecho a recibir la asistencia de un médico y un abogado de confianza). Una segunda parte va dirigida a la eliminación de la impunidad con la que actúan las fuerzas policiales: hacer que la tortura no prescriba, llegar a término todos los procesos abiertos y eliminación de los tribunales de excepción. El tercer apartado trata sobre las consecuencias de la tortura: derecho a tratamiento médico-sicológico adecuado y anulación de juicios con confesiones obtenidas bajo tortura. A. I.