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Juan Ibarrondo junta a Catalina de Erauso y Juana Inés de la Cruz

Catalina de Erauso y sor Juana Inés de la Cruz fueron dos mujeres que lucharon por la libertad de ser ellas mismas durante el siglo XVII. Aunque nunca se conocieron, Juan Ibarrondo las ha unido en su novela, «Metamorfosis», que trata la relatividad del género.
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M. LARRINAGA | DONOSTIA

El escritor y periodista gasteiztarra Juan Ibarrondo («Las ruinas de la catedral nueva», 2008; o «Escape», 2011), ha unido en una novela, «Metamorfosis» (Ttarttalo), a Catalina de Erauso y sor Juana Inés de la Cruz, dos mujeres luchadoras que lograron moldear su vida a pesar de la sociedad católica en la que les tocó vivir y el cual obligaba al sexo femenino a ser esposas sumisas, monjas o prostitutas.

Esta narración surgió hará dos años durante un concurso de redacción de guiones en Montehermoso. Ibarrondo ganó este concurso y, gracias a la beca conseguida, convirtió aquel guión en novela. Aunque, según confesó el autor, le gustaría que se hiciera una película con su obra.

Catalina de Erauso optó por vestir como si fuese un hombre para poder escapar del matrimonio o del convento y optar a las oportunidades que las mujeres tenían prohibidas. Vivió haciéndose pasar por hombre el resto de su vida. Juana Inés de la Cruz, por su parte, optó por enclaustrarse en un convento de la orden de las Jerónimas, donde la disciplina era algo más relajada que en las demás, y los estatutos de la orden le permitían estudiar, escribir, celebrar tertulias y recibir visitas, algo que para ella era primordial.

En un principio Ibarrondo trabajó el personaje de Catalina de Erauso, hasta que conoció a sor Juana Inés de la Cruz. Así descubrió que las dos, si se hubiesen conocido, «se verían la una a la otra como su reflejo invertido», según explicó el gasteiztarra. Además, aprovechó esa expresión para aclarar que la época descrita en la novela fue en la que los espejos se popularizaron, dando la oportunidad de formar «el yo» que hasta aquel momento no existía.

«Son dos grandes testarudas», explicó Ibarrondo; ya que las dos mujeres pelearon hasta conseguir aquello que buscaban, aunque «les tocó jugar en mal terreno».

«Metamorfosis» transcurre en el límite entre los géneros e identidades y narra las transformación de las ideas preconcebidas sobre lo masculino y lo femenino. Y es que los conceptos de identidad de género varían dependiendo de la época, la cultura... Y, en opinión del autor, «ése es el gran mensaje que nos manda Catalina».

La llamativa portada que han utilizado para la novela es el cuadro «La mujer barbuda», de José Rivera, donde se puede observar a una mujer con barba dando el pecho a un bebé, captando así lo que fue Catalina.

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