DESDE LA GRADA
Un buen acuerdo para la Real, para Nike... y para Astore
Joseba ITURRIA
El sábado la Real comunicó el acuerdo con Nike para las tres próximas temporadas, que pondrá fin el 30 de junio a una relación comercial-sentimental con Astore, que durante diecisiete años ha vestido al club blanquiazul. El nuevo contrato, desde el momento en el que lo han firmado, es bueno para la Real y para Nike, pero también para Astore, porque deja en evidencia una de tantas mentiras e injusticias que se han repetido sistemáticamente en los últimos años en el entorno blanquiazul.
Se trasmitía que Astore vestía a la Real en unas condiciones que otras firmas podían mejorar por el poder de sus acciones, cuando la realidad es que durante 17 años ninguna empresa ha presentado al club una oferta mejor que la suya.
Algunos se escandalizaron porque el Consejo de Fuentes firmó con Astore hasta junio de 2011 cuando la Real hacía malabarismos sobre el fino alambre en el que caminaba antes de caer al abismo. Aquel contrato ha sido una gran ayuda en Segunda. Según la due diligence que ordenó e hizo pagar a la Real Badiola, -que filtró y criticó ese acuerdo, señal de que era bueno para el club y malo para él-, Import Arrasate S. A., empresa que tiene la marca Astore, pagaba en Segunda 422.000 euros como patrocinador y era la que menos reducía porcentualmente su aportación tras el descenso. Esa cifra casi llegaba a los 450.000 de la firma que se publicitaba en la camiseta, cifra a la que añadir para la Real los beneficios por venta de camisetas y otras indumentarias.
Ni ahora, en Primera y en una coyuntura más positiva, hay garantía de que con el nuevo contrato con Nike, la Real ingrese más. Import Arrasate aporta 519.300 euros este año y es el mejor patrocinador privado, sólo superado por los 1,2 millones de la Diputación por poner un lema a favor del euskara en la camiseta. La Real sí espera superar con el nuevo contrato los ingresos, pero ahora todo dependerá de las ventas y de la influencia en ellas de los resultados porque Nike no firma un acuerdo de patrocinio. Más que garantizar mucho más dinero, el nuevo acuerdo permitirá a la Real conocer sus posibilidades de ingresos por merchandising.
Nike ofrece unas opciones a nivel de distribución y venta de productos que no puede igualar Astore. Nike hará una fuerte inversión en la Real y cambiará la fórmula, porque además de la indumentaria de la Real podrá vender otros productos. Por ejemplo, los modelos de botas de determinados jugadores que no juegan en la Real se podrán comprar en la tienda del club blanquiazul.
Astore no ha puesto obstáculos al cambio porque, a diferencia de la firma norteamericana, que busca un lógico interés comercial, también quiere lo mejor para la Real, que seguirá siendo su club, como el de todos los guipuzcoanos. Por eso la apoyó en su conversión en SAD en 1992, cuando se convirtió en el núcleo accionarial más importante, pero no para controlar el club -apenas suponía al inicio un 4% del capital social, un 2% tras la ampliación- sino para ayudarle a cumplir los requisitos para poder sobrevivir. Lo triste es que aquella ayuda haya sido utilizada en su contra cuando Astore ha vestido a otros equipos y deportistas vascos sin presencia en su accionariado. Ahora esas críticas injustas quedan en evidencia, de la misma forma que se comprueba que la Real ha salido beneficiada de esa relación.