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Crónica | CARNAVALES EN TRAPAGA

Las «carrascoliendas» volverán a cantarse setenta años después

Un cesto y un gallo negro, ropa vieja, a veces ellas vestidas de hombres y ellos de mujeres. Si a eso le sumamos unas coplas populares, ya tenemos las «carrascoliendas», la fiesta carnavalera que hace ya muchas décadas recorrió algunos pueblos vizcainos como el de Trapaga, y donde mañana se recupera.

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«Ya llegaron las carrascoliendas, señoras mujeres es lo que se estila. Los niños de la escuela recogen forrajes para sus comidas. Huevos y chorizos, longaniza frita y otros arrendajos que en la casa había». Así es, llegan las `carrascoliendas' a Trapaga, su viejo Carnaval que hacía más de 70 años que no recorría la localidad. Y lo hace mañana, gracias a los recuerdos de personas mayores como Benilde Ibarretxe, Evaristo Goitia o Emilia Ramos, entre otros, pero sobre todo a la implicación de Basetxegaztetxea, que ha decidido recuperar esta antigua fiesta, eso sí, «fieles a sus raíces, pero renovada en su forma», como matizan sus organizadores.

Como muchas otras costumbres populares, el franquismo llegó y mandó a parar, y esta fiesta tan habitual también en barrios baracaldeses como Lutxana o Burtzena, y en localidades encartadas como Sodupe o Gordexola, fue prohibida. Hasta entonces, el jueves de Carnaval, los jóvenes iban casa por casa cantando las coplas de las `carrascoliendas', acompañados de un gallo negro y un cesto para `recaudar' dineros y productos que luego merendar. Lo de pedir por el pueblo es un rito habitual, lo del gallo negro, un misterio. ¿A lo mejor un símbolo contra las malas energías?

Lo que sí es una realidad es que en Trapaga están de enhorabuena y este sábado se recuperará una de sus casi olvidades tradiciones. Eso sí, inciden sus promotores, adecuada a los tiempos. «No queremos limitar su recuperación a la representación de lo que hacían antaño nuestros mayores», precisan. Las coplas, esta vez, no se irán entonando de casa en casa, sino de barrio en barrio, empezando por el de Zaballa (10.00) y acabando en San Gabriel (13.00). «Pero lo fundamental queremos que sea la particiación y la relación e implicación vecinal», insisten. «No iremos pidiendo, pero cada vecino puede bajar algo para picar», ponen a modo de ejemplo de lo que quieren.

Recuperación de una tradición que vendrá acompañada por una danza creada para la ocasión y bertsolaris. «Como jóvenes del pueblo, nos despedimos formales, deseando para todos, pasen unos buenos carnavales», terminaba aquella copla, que hoy rescata como buen deseo Basetxegaztetxea.

 

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