Todos nuestros objetivos pasan por San Mamés. Es una de esas frases eternamente pegadas a los labios de Joaquín Caparrós. Y aunque es evidente que poco tendrá que rascar el Athletic si no mantiene su fortaleza como local, tampoco hacerlo bien en la Catedral asegura nada.

Es decir, los quince puntos que disputarán los rojiblancos en su estadio hasta final de temporada pueden quedarse cortos. Aún firmando el pleno, que no parece sencillo con visitantes como Villarreal, Real Madrid y Real, las cuentas pueden no alcanzar para conquistar el objetivo europeo. Así que San Mamés no es el único escenario en el que hay que hacerlo bien.

Un reto que al Athletic se le había resistido mucho hasta fechas no demasiado lejanas. El equipo, de hecho, saldó todo 2010 con sólo dos victorias a domicilio: la que logró en Alicante en la jornada inaugural de esta temporada y que no tuvo continuidad, y la que celebró ante el Levante el pasado mes de diciembre, que sí acabó convirtiéndose en el inicio de algo. Desde que levantó los brazos en el Ciutat de Valencia, hasta que cayó en Mallorca en febrero, el Athletic enlazó nueve encuentros oficiales -incluyendo la eliminatoria copera ante el Barcelona- que se saldaron con cinco victorias, tres empates y una sola derrota. Y que comprendieron cuatro desplazamientos consecutivos en positivo: el triunfo ante el Levante, el empate copero en el Camp Nou, las tablas de Málaga y la victoria del Calderón. Una racha que, a fin de cuentas, ha posibilitado que el Athletic afronte las once jornadas que restan en una situación envidiable.

Y que demuestra que con sacar adelante los compromisos en casa no bastará. Por eso los jugadores rojiblancos miran a Getafe con los dientes afilados. La crisis en la que se ha sumido el equipo madrileño -tres puntos en los cinco últimos partidos- parece pesar más que las malas costumbres del Athletic en el Alfonso Pérez y convence a los hombres de Joaquín Caparrós de que la del lunes puede ser la oportunidad perfecta para acabar con otra mala racha. La que vuelve a arrastrar el equipo como visitante, con tres derrotas consecutivas. «Nuestro objetivo es también puntuar fuera de casa -admite Igor Gabilondo-. Independientemente de quién sea tu próximo rival. Si además tenemos en cuenta que después vienen Villarreal y Real Madrid, está claro que hay que intentar sumar en Getafe».

Destino al que los rojiblancos, además, viajan con motivación añadida, no en vano es un campo en el que nunca han ganado aún. «Vamos con la espinita de demostrar que somos capaces de ganar allí también», asegura el guipuzcoano, aunque reconoce que «no será fácil». «Vamos a tener que hacer las cosas muybien para ganar -añadió-. El Getafe saca muchos puntos en casa. Es un equipo capaz de lo mejor. Tiene buenos jugadores y lo mismo que pasa por una mala racha, que te hace un gran partido. Estando bien es un muy buen equipo».

Equipo al que el propio Gabilondo podría enfrentarse de vuelta en el once titular. Joaquín Caparrós parece dudar entre Óscar de Marcos e Iker Muniain para suplir a Gaizka Toquero y, si acaba decantándose por el navarro, la banda izquierda quedaría libre para Gabilondo.

Ninguno de los implicados acaba de mojarse, aunque tampoco ponen peros a la posibilidad. Ni siquiera porque, en el caso de Muniain, supone un cambio de posición. «Tampoco sería algo nuevo -recordó el iruindarra-. Lo había hecho antes y esta misma temporada ya he jugado varias veces por detrás de Fernando. Si lo tengo que hacer, encantado; pero si sale otro compañero, lo hará igual de bien. Lo importante es que no tenemos dudas de que el que juegue lo va a hacer fenomenal», sentenció.

Caparrós seguirá con sus pruebas hoy en Lezama (10.30), donde dirigirá el penúltimo entrenamiento de la semana.