Condenado a dos años de prisión por agresión sexual a una mujer en Larratxo
Un joven de 32 años ha sido condenado por agredir sexualmente a una mujer de Larratxo en 2007. Otro hombre también ha sido condenado a 21 meses de prisión por «maltrato síquico» a su ex mujer en Donostia.GARA | DONOSTIA
Una sentencia emitida por el Juzgado de lo Penal número 2 de Donostia y fechada el pasado 10 de febrero condena a un joven de 32 años, que corresponde a las iniciales N.A.V., a dos años de prisión por agredir sexualmente a una mujer en el barrio donostiarra de Larratxo. También se le prohíbe acercarse a su víctima a una distancia no inferior a 300 metros de su domicilio, lugar de trabajo y esparcimiento durante cinco años, así como comunicarse con ella, por cualquier medio, durante el mismo periodo de tiempo. Además, se le impone una multa de un mes, a dos euros al día, como autor de una falta de lesiones, y a indemnizar a su víctima con 1.000 euros. Deberá abonar también las costas procesales.
El juez encargado del caso consideró probado que el 27 de octubre de 2007, sobre las 16.40 el condenado siguió, guiado por «un ánimo libidinoso», a una mujer que se dirigía a la estación del tren del barrio de Herrera por el camino peatonal que une la zona del aparcamiento del centro comercial Garbera con el barrio de Larratxo.
El varón abordó a la mujer por detrás y la sujetó fuertemente. Posteriormente, procedió a golpearla y tirarle del pelo mientras la insultaba, hasta que, finalmente, la llevó a una zona apartada.
La sentencia agrega que el individuo se colocó encima de ella intentando besarla mientras se bajaba los pantalones. En esos momentos, se vio sorprendido por una mujer y un hombre, por lo que salió corriendo del lugar. Como consecuencia de la agresión su víctima sufrió eritemas, edemas y contracturas.
Por maltrato síquico
Otro hombre también ha sido condenado por el juzgado de Donostia a 21 meses de cárcel, en este caso, por un delito de «maltrato síquico habitual». El condenado maltrató sicológicamente a su esposa desde que se divorciaron en 2007, sometiéndola a un control continuo, «obsesionado» con que «no reanude su vida y no mantenga una relación con otro hombre».
Según recoge la sentencia del caso, el procesado acosaba a su ex mujer «de forma constante» y «prácticamente a diario» con amenazas personales y a través del teléfono.
La resolución judicial explica que para controlar a su ex mujer, el hombre se instaló en el trastero que la vivienda conyugal tiene en el mismo inmueble, a pesar de que la sentencia de divorcio había otorgado su uso y disfrute a la mujer. «Residiendo en el mismo inmueble, solía esperar a que la mujer llegara a casa en el rellano de la escalera, o bajo el balcón del domicilio, mientras daba vueltas a la casa», dice el fallo. Además, sacaba fotografías de su víctima, la llamaba por teléfono o al timbre de su domicilio a altas horas de la madrugada «con la excusa de ver a sus hijos para entrar en el domicilio y comprobar» si «estaba sola».
En una ocasión, el ex marido llegó a saltar al balcón del domicilio, situado en un primer piso, en torno a las 23.00, «con el pretexto de entregar cinco euros a sus hijos».
A consecuencia, la mujer padece «un trastorno adaptativo con ansiedad», así como «miedo e inseguridad», compatible con la situación de «maltrato sicológico» que padece desde que se divorciaron.
Un hombre llegó a saltar al balcon de la vivienda de su ex mujer a las 23.00 con el pretexto de entregar cinco euros a sus hijos. Ahora, ha sido condenado a 21 meses de prisión.