Terremoto en Japón
«En Fukushima han desalojado un radio de 20 km y en Garoña sería de 5»
Veterano militante ecologista, fue durante años portavoz de Energía de Ecologistas en Acción. En la actualidad forma parte del movimiento ATTAC y ayer firmó un artículo publicado en diferentes medios alternativos en Internet denunciando la similitud de la planta japonesa con la central burgalesa de Garoña.
¿Qué paralelismo se puede hacer, si lo hay, entre lo ocurrido en la central japonesa y la planta de Garoña, ambas idénticas en tecnología y con la fecha de caducidad alcanzada?
La cuestión que este accidente tiene con Garoña es una analogía brutal. Son dos centrales casi gemelas y lo que plantea es que lo que está pasando allí en Japón puede ocurrir también en Garoña. Los desencadenantes han sido muy fuertes y no cabe imaginar un terremoto así en Garoña, pero también una cosa importante que queda en evidencia es la falsedad de la doble contención que se dijo de Chernobil. Se ha visto que no. El edificio exterior de Fukushima reventó por la presión y el interior, donde está confinada la radiactividad, está funcionando porque se está aliviando mucho la presión, venteando y venteando material radiactivo hacia el exterior. Es lo que deben hacer, pero demuestra que teóricamente el sistema funciona, entre comillas, evacuando a la población de alrededores y pudiendo verter radiactividad al exterior. Y ahí está el ejemplo de la radiactividad detectada en otra central a más de cien kilómetros de Fukushima, procedente del penacho radiactivo de ésta.... como ocurrió en Chernobil, que dio la alerta una central sueca que detectó los elevados niveles de radiactividad.
¿Cree que evitarán el escape radiactivo masivo al exterior?
Pues es probable que consigan evitar la fusión total del núcleo y mantengan la radiactividad dentro de la contención, pero también habrá que esperar un poco. La información ahora es más periodística que científica, y habrá que determinar el nivel de fuga, la cantidad de radiactividad que se ha vertido al exterior y saber qué radioisótopos se han vertido. Es preciso tener más datos para saber cómo acaba la historia. Es más, retomando esa similitud con Garoña, yo haría una circunferencia de 20 kilómetros en torno a Garoña y vería la población afectada. Nos haríamos una idea de cómo un accidente nuclear te rompe la vida de una manera brutal, porque imagina que se desaloje a todo el Valle de Tobalina y a los pueblos afectados en Álava en 20 kilómetros a la redonda.
¿Qué contemplan los planes de emergencia en el caso de la central burgalesa?
Pues contemplan que en el peor de los accidentes posibles se evacúe de inmediato sólo tres kilómetros a la redonda, entre tres y cinco sólo evacuar a los grupos críticos de población, y entre cinco y diez kilómetros confinar a la gente en sus casas. Y tenemos que en Japón, ante un suceso real en un reactor idéntico, se ha evacuado 20 kilómetros, como prueba fehaciente de lo que está pasando.
Usted ya denunció hace años la seguridad de centrales como éstas...
Así es, una denuncia muy antigua sobre los problemas de las contenciones como las que tienen Garoña o Fukushima I. Esto está avisado desde hace tiempo. Mire, en su día, cuando yo estaba en Aedenat, conjuntamente con Eguzki, publicamos en el diario Egin, en julio de 1987, un informe con las deficiencias del sistema de contención de Garoña, que se había sometido a una revisión reciente por aquel entonces. Llegaron a nuestras manos una serie de documentos que estudiamos y publicamos, y algo de aquello era verdad, visto lo que ha pasado ahora. Ellos dicen que la contención resiste, pero resiste porque ventean al exterior la presión interior, que no lo critico, pero es hacer trampa, porque claro que resiste la contención pero a cambio de contaminar el entorno. Ya veremos cuando se publique la actividad radiactiva en el entorno, veremos las consecuencias cuáles han sido. Y otra cuestión, ¿cómo será trabajar a partir de ahora en los otros grupos de reactores de Fukushima, porque son seis funcionando y dos más en construcción?
El lobby nuclear español ya se ha apresurado a decir que la tecnología de centrales del tipo de Garoña o Fukushima I es segura.
¿Y por qué el más afectado ha sido este grupo I y a las otras no les ha pasado nada? ¿Si todas son igual de seguras, por qué ésta es la más dañada? Todas sufrieron los envites del terremoto, pero el problema es que Fukushima I es la menos segura. Sí que tienen menor seguridad, por eso lo que al lobby nuclear le golpea muchísimo no es que se pueda frenar la construcción de nuevas centrales, sino el mantener, prorrogar la vida de las viejas, ahí es donde les duele. No sé si Rajoy seguirá pensando hoy que hay que mantener Garoña. Es un golpe muy duro para ellos. J.V.