La información aparecida a raíz de la investigación al ex dirigente del Araba Buru Batzar Aitor Telleria ha dejado al descubierto algo más que las irregularidades de algunos cargos de su partido, como episodios de espionaje por parte de la Ertzaintza por medio de Jesús María Fernández Benito Tarta, ex alto cargo del Departamento de Interior de Lakua. Además del lehendakari Ibarretxe, candidaturas de la izquierda abertzale o la formación de la que fue candidato hace cuatro años, también tenía como objetivo de espionaje otra formación con la que también concurrió a unas elecciones municipales: el Partido Popular. Se trata de un asunto bastante turbio y que convendría aclarar, sobre todo porque en él está implicada la Administración. Podrían empezar a responder a algunas preguntas que sin duda a cualquiera le sugerirán las informaciones que van aflorando: ¿Qué hace en la estructura del Gobierno de Gasteiz un elemento ligado a los servicios secretos del franquismo desde 1963? ¿La función de la Ertzaintza es recabar información sobre partidos políticos legales? Si no es así, ¿por qué se dedica a labores de espionaje? Ésas y otras preguntas deberían tener respuesta, aunque ésta no guste a los ciudadanos, que tienen motivos para dudar de algo más que de la seriedad de aquellos a quienes encomiendan su seguridad.