Llegó en el verano de 2009 con vistas a reforzar la delantera, pero su polivalencia le ha ido convirtiendo, poco a poco, en el comodín que todo equipo necesita para reemplazar a otros hombres más específicos. El gasteiztarra ya ha jugado hasta en tres posiciones diferentes -lateral e interior derecho y punta- con un rendimiento más que notable, lo que da una idea de la versatilidad que atesora.

En la pretemporada Joaquín Caparrós ya comenzó a probar con él en el ala diestra de la zaga rojiblanca, a la vista de que no tenía un sustituto apropiado, caso de que el incombustible Andoni Iraola tuviera que ser sustituido. Fue en esa etapa de preparación cuando el joven futbolista comenzó a hacer sus primeros pinitos en dicho puesto, jugando un amistoso contra el Wolverhampton inglés.

Unas probaturas que le vinieron de perlas tanto a él como a su técnico para reemplazar al de Usurbil frente al Valencia, por mor de una sanción del internacional. Curiosamente, esos fueron los primeros minutos de De Marcos como titular -lleva dos encuentros ligueros saliendo en el once, jugando otros siete partidos- y su rendimiento en una posición extraña y ante un rival exigente fue más que notable.

Su polivalencia ya le sirvió la campaña pasada para disputar 19 envites ligueros con el primer equipo -nueve de ellos de inicio-, si bien en la presente no estaba siendo tan utilizado hasta ahora. El futbolista reconoció que está «jugando más últimamente», lo que lógicamente se ha visto reflejado en su estado de ánimo.

El hecho de que cuente «más para el míster», independientemente de la ubicación en la que le coloque, le hace despertar cierta dosis de euforia. «Ojalá pueda estar aquí toda la vida. Si no puede ser de interior, pues de lateral y, si no, de delantero. No me importa la posición porque estoy mentalizado para todas. Lo que quiero es jugar y donde sea estaré encantado», manifestó.

Susaeta, la antítesis

Si De Marcos es ahora mismo el reflejo del optimismo y la ambición, Markel Susaeta es justamente la antítesis del gasteiztarra. El de Eibar dispuso de un mano a mano con Codina en el partido del lunes, pero no lo transformó, ejemplo del mal momento deportivo que vive y que no ocultó en sala de prensa, algo que le honra. «No fue el mejor partido que hemos hecho, ni el mío personalmente. No estoy contento con lo que hice», afirmó.

Susaeta confesó que estuvo «pensando esa noche y la siguiente» en el citado lance en el que se quedó solo ante el guardameta del Getafe. En todo caso, admitió que quiere «pasar página» respecto al encuentro en el Alfonso Pérez y «esperar» a que Caparrós le dé «otra ocasión» parecida «para intentar meter un gol». Para el futbolista rojiblanco, «hay que seguir hacia adelante y mirar al Villarreal».